¿Cómo funcionan los entrenamientos a distancia?
El entrenamiento específico para la escalada, aquel que se enfoca en mejorar el desempeño a través de una metodología seria y rigurosa es un asunto que cada día cuenta con más adeptos, y no necesariamente en los niveles de élite o competencia. Ya sea para al fin poder encadenar este 7a que hace años mirabas como un imposible o para simplemente escalar mejor, un entrenamiento enfocado al desarrollo integral del individuo para un óptimo desempeño en sus proyectos -cualquiera sea la forma que estos tomen- es una opción que se ha hecho cada vez más común.
Una de las alternativas que han surgido con el tiempo, es el llevar un plan de entrenamiento a distancia. Es decir, un plan donde profesor y alumno no comparten el entrenamiento físicamente y éste pasa a llevarse a cabo por otro medio, generalmente en línea, lo que permite una mayor flexibilidad y elimina la barrera de la distancia como un factor limitante.
Carlos Flores (34) es profesor de educación física y profesor de escalada en el gimnasio de escalada El Muro, ubicado en Vespucio, y es uno de los pioneros en implementar esta manera de entrenar en el país, y como muchos de nosotros, sus inicios en la escalada fueron un asunto recreativo:
“En un paseo de la universidad (Mayor), mi amigo Joaquín Pérez, junto a su polola Susan Beroeta, llevaron su equipo de escalada a Piedra Romel. Ahí fue la primera vez que escalé, y fué en roca. Ahí comencé a escalar de manera esporádica, hasta que el 2006 comencé a trabajar en el muro, primero como monitor y recepcionista, y ahí empecé a escalar a full. Me puse a trabajar en El Muro y no escalaba nada […] cuando comencé a escalar me puse a aplicar toda mi experiencia recogida del básquetbol y el atletismo en las selecciones universitarias, así como entrenando a atleta en colegios[…] cualquier tipo de entrenamiento, en sus fundamentos y principios, son iguales. Lo que cambia es el deporte.
Cuando uno planifica un entrenamiento, lo que trata es de evitar que las cosas se hagan al azar. Con una evaluación, a un alumno le puedo decir en qué momento va a tener una supercompensación o si va a poder encadenar la ruta que tenía pendiente o que quería trabajar, o si va a poder participar en un campeonato, etc. La idea es alcanzar el máximo nivel en un punto preciso del entrenamiento. Si no resulta, revisas lo que planificaste y encuentras tanto los errores como los aciertos. Pero para lograr eso tienes que tenerlo todo registrado.
Lo primero que hago es juntarme con la persona y la entrevisto, veo sus inquietudes, le explico como funciona, lo que ofrezco y como lo puedo ayudar. A eso le sigue una evaluación según la cual planifico. Luego le mando los ejercicios por internet. Normalmente uso Dropbox. El entrenamiento se hace mes a mes, la idea es que la persona se comprometa a entrenar un mínimo de seis meses […] esto requiere tiempo y dedicación”.
Una de las principales diferencias con un entrenamiento cara a cara es esta falta de la presencia del profesor a la hora de entrenar. La importancia de éste para ayudar al alumno en corregir las sutilezas que determinan muchas veces el éxito -o fracaso- en nuestro movimiento por la roca o resina es irremplazable, y un aspecto que ha generado más de alguna diferencia.
Fernando Quevedo (34) también es profesor de educación física y profesor de escalada en el gimnasio El Muro, y lleva practicando la disciplina por más de quince años. Su acercamiento ha sido similar al de Carlos en algunos aspectos. En otros, sus posturas difieren diametralmente:
“Los entrenamientos de escalada se pueden basar en otros entrenamientos, no es tan complejo. Una persona con más experiencia tiene la capacidad de llevar eso a las necesidades específicas de cada persona. Hay que tener el tiempo y la paciencia para cuadrar un entrenamiento para cada persona. No puedes hacerle el mismo a todas las personas. Cada persona tiene requerimientos específicos […] tenemos objetivos distintos, algunos trabajan, otros no. Es importante saber que quiere la persona.
Los entrenamientos a distancia se hacen. También son súper criticados, porque es difícil lograr las modificaciones del entrenamiento estando solo. Si yo te planifico de aquí a un mes o un año, puedo cometer errores. Ahora es algo que se hace, y hay entrenadores muy conocidos que los hacen. Hay que tener más ojo y más cuidado. A veces es la única forma de entrenar a alguien. Yo prefiero no hacerlo, pero también lo hago. Es algo a tomar con cuidado porque se puede llevar al entrenador a lesiones. Es esencial el seguimiento cercano aún cuando haya distancia”.
“Tener a u entrenador a tu lado es lo óptimo”, agrega Carlos. “La escalada no solo es un aspecto físico. Tiene aspectos sociales, mentales y de movimiento, donde en el momento mismo se pueden corregir errores que con un método a distancia no se pueden corregir. En el caso de los entrenamientos a distancia queda en manos del mismo entrenado darse cuenta de esos errores”.
En resumidas cuentas, el entrenamiento a distancia elaborado específicamente para la escalada es una opción disponible para quién la esté buscando, así como un método que se usa ampliamente, y que puede llevar a resultados medibles a través del tiempo. Resulta esencial entender el rol que tiene el entrenador en una sesión cara a cara, y como este aspecto es de suma importancia, sobre todo para aquellos que están recién partiendo. El feedback que te puede entregar una persona con experiencia en una sesión frente a frente es algo que simplemente no se puede lograr con un entrenamiento a distancia, y un punto en que los escaladores tienden a perder el cuidado. Si vas a someterte a un entrenamiento de este tipo, procura informarte de manera responsable y cuidadosa respecto a lo que estás haciendo, que la idea es disfrutar y no pasar lesionado.