5 recomendaciones para volver a la roca tras las cuarentenas
Tras meses de entrenar como hámster en las casas, el desconfinamiento ya está permitiendo a algunos volver a la roca. Pero, ¿cómo deberíamos volver para evitar lesionarnos y desmotivarnos? Lucas Gaona, atleta The North Face, nos da algunas recomendaciones.
Por Lucas Gaona
¿Cómo volver a Roca después de tanto tiempo de entrenar en casa? Acá les entrego cinco aspectos que hay que considerar:
1. La roca no es tu casa, por más que lo queramos y así lo sintamos. Estamos yendo a un espacio que es un regalo de la naturaleza. Un lugar donde algunos han puesto sudor, mucho tiempo y equipo para que todos puedan ir a gozar. Cuida y respeta, para que todos puedan disfrutar como tú lo haces y en un futuro otros lo puedan disfrutar como tú tuviste la oportunidad de hacerlo.
2. Si es que algo hemos aprendido es que siempre se puede volver a empezar, buscar una alternativa u olvidar para aprender desde cero. Si has estado haciendo entrenamientos físicos, generales y específicos vamos bien dentro de todo, pero, para la primera ida a roca, el consejo es: olvídate de todo lo que hiciste y de lo muy fuerte que te sientas físicamente. La roca es un universo aparte y para este universo la eficiencia técnica-táctica y el control mental lo son todo. Busca disfrutar la escalada simple y que tu cuerpo recuerde lo que ya sabe y te dicte qué quiere hacer.
3. Retoma las salidas a roca con calma y atención. Que no te ganen las ansias de volver a estar colgado de tu proyecto o de probar una ruta muy sobre tu nivel. Disfruta escalar rutas de tu grado consolidado donde te sientas cómodo a vista o puedas progresar de forma continua. Escalar harto y bien, más que poco y mal.
4. No llegues a estados de fatiga especifica (dedos, manos y antebrazos) y, si llegas, no sigas dándole a un paso muy exigido o a una toma muy al límite de tus capacidades. Tu sistema se a desactivado en esta pausa y forzarlo a seguir trabajando como antes sin un periodo de adaptación es riesgoso.
5. Vuelve gradual a tu proyecto, identifica la línea, sus pasos y tu beta. Apréndela, memorízala y visualízala para incorporar psicológicamente la ruta. Intenta volver de manera regular y lleva un feedback constante de qué aspectos son los que crees que estás bajo y cómo puedes hacer para mejorarlos. Busca acciones realistas y encuentra soluciones prácticas para trabajar en ello.