Entrevista a Rannveig Aamodt
Rannveig Aamodt sufrió un accidente de escalada en Turquía hace dos años. Tres fracturas en la espalda, fracturas en la pelvis y tobillos, además de varios ligamentos y huesos del cuerpo destruidos fueron las consecuencias. Sin embargo, la determinación y motivación de esta escaladora noruega le permitieron en solo nueve meses recuperar el nivel de escalada y volver a encadenar 5.13s.
Un error al limpiar la ruta la llevó a una caída de 30 metros directo al suelo. “Todavía la puedo ver cayendo en una posición como si estuviera sentada, con los brazos extendidos haciendo círculos como las agujas del reloj, parecía un pájaro cayendo de un nido (…) puedo oír el nauseabundo ruido sordo del impacto: el crujir de los huesos rompiéndose y la carne desgarrándose…”, dijo Nathan Welton en su diario al relatar la caída de su novia Rannveig.
En el pequeño cuarto de un hospital, una mancuerna fue lo primero que pidió Aamodt para poder ejercitar la única extremidad que no tenía inmovilizada. La recuperación fue lenta, comenzó por arrastrarse con unas rodilleras que le regaló su hermano, quien la inició en la escalada, hasta que pudo sostener su cuerpo en una piscina. Paso a paso fue recuperando la movilidad, tuvo que superar retos que la marcaron, como saltar sobre un cajón de 30 centímetros, algo que veía imposible con el dolor de sus tobillos. Lentamente volvió a escalar y luego de horas que parecían infinitas de entrenamiento, pudo recuperar el nivel y la confianza que había perdido.
Ahora, dos años después del accidente, Rannveing sigue con un dolor constante en los tobillos con el que tiene que vivir. Está en Estados Unidos y se ha centrando en mejorar su escalada cada vez más y en lo posible, conseguir su primer 5.14. Sin embargo, admite que su motivación es pasarla bien y que luego del accidente todas las presiones en la escalada desaparecieron.
Revista Escalando habló en exclusiva con Rannveing para conocer más sobre su escalada, el accidente y qué la motivó a volver a la roca.
¿Cómo comenzaste a escalar?
Empecé a escalar con mi hermano cuando tenía 15 años. Él solamente me compró un par de zapatillas y desde ahí comencé a escalar. Era muy flaca y sin fuerza, entonces era un gran desafío para mí. Luego me llevó al aire libre y eso me gustó más, por lo cual continuó llevándome. Mi bachillerato era un colegio para deportistas, entonces hice mucha escalada y luego empecé a entrenar y escogí la escalada como mi deporte principal, por lo que comencé a aprender más, en especial sobre el entrenamiento y cómo mejorar el nivel.
¿Cuáles eran tus motivaciones cuando comenzaste?
Creo que era solo estar al aire libre. Crecí en una granja en Noruega, que era bien apartada y siempre me gustaron las montañas. Mis padres me llevaban a las montañas cuando era chica y creo que escalar fue solo una forma diferente de llegar a ellas. Comencé realizando tradicional, eso era lo que me parecía más agradable en esa época y creo que en el comienzo solo buscaba llegar a la cima de una manera diferente a caminar y luego me fue interesando cada vez más la escalada en sí.
¿Tus motivaciones luego del accidente cambiaron?
No, incluso antes estaba muy metida en la escalada deportiva. Creo que lo que cambió con el accidente fue que toda la presión de tener que hacer algo o de ser buena desapareció.
A pesar de que antes tampoco sentía mucha presión, todo cambio en el sentido de que toda la presión de escalar se fue, se convirtió en pura alegría. Estaba tan agradecida de poder estar al aire libre, con mis amigos, ya no pensaba mucho en qué grado o qué ruta escalaba, solo estaba feliz de poder escalar en absoluto. Creo que eso me ayudó mucho, porque fue como comenzar a escalar de nuevo, la motivación de ir por primera vez, me devolvió esa sensación.
¿Cómo se pueden prevenir estos accidentes?
Chequeo doble, hacer la revisión de seguridad. Después del accidente estoy chequeando doble todo, mucho. Creo que una de las razones por las que el accidente pasó es que estaba muy cansada ese día, había estado viajando mucho, acababa de llegar a Turquía, estaba estresada y no revisé lo suficiente, cometí un error y la única forma de prevenir eso es revisar doble siempre; aunque se crea que se tiene una rutina no hay que olvidarse de revisar el nudo, de revisar antes de descender, etcétera.
¿Todavía sientes dolor?
Todavía siento mucho dolor, especialmente en mis tobillos. Ha ido mejorando con el tiempo, ya han pasado dos años y tengo mucho menos dolor, pero las articulaciones de mis tobillos tienen artrosis, porque se destruyeron mucho. Por esto los doctores no han podido decir si va a desaparecer por completo o si voy a tener que vivir con el dolor.
Tengo que sobrellevarlo con pastillas, pero puedo caminar a no ser que tenga una mochila muy pesada. En general tengo dolor, pero ha ido mejorando, unos días son mejores que otros. Aprendes a vivir con eso, se vuelve normal luego de un tiempo.
¿Qué se necesita para volver a escalar en roca luego de un accidente de este tipo?
Motivación, creo que eso es lo más importante. Me pregunté mucho, después del accidente: “realmente quiero volver a escalar” y esa era la única cosa que quería. Yo creo que si es lo que realmente quieres, entonces debes volver, no hay ningún punto en combatirlo si viene de una motivación profunda.
Si tienes la motivación se vuelve un buen ciclo, se tienen metas siempre, imaginas dónde quieres estar y eso me ayudó a mantenerme concentrada y entrenar. Creo que se tiene que ser fuerte y manejar mucho dolor y hay que hacer los ejercicios aburridos que te ponen. Pero la mayor parte viene de la motivación, realmente querer volver.
¿Tenías esa motivación y ese compromiso antes del accidente?
Sí, creo que es parte de mí.
¿Cuál es tu objetivo en la escalada actualmente?
Mi principal objetivo es volverme una mejor escaladora cada año. Quiero que la escalada venga de una motivación profunda, quiero pasarla bien, no quiero que la escalada se vuelva trabajo, quiero que sea divertido. Estoy muy motivada con el entrenamiento y quiero convertirme en una mejor escaladora cada año, hasta que ya no me guste más, si es que eso pasa jajaja.
Mi objetivo es convertirme en una mejor escaladora y explorar y empujar mi potencial.
¿Qué opinas de los grados?
Me gustan, para mí es una forma de medir mi progreso y por lo mismo es parte de mis metas. Quiero poder escalar 14s, ahora escaló 5.13+ y uno de mis objetivos es poder subir el grado y escalar un 5.14. Creo que es bueno que existan e importante que haya gente escalando fuerte para que se pueda ver qué es posible. Creo que no deberían darle mucha importancia al grado porque es muy diferente y depende de los estilos, pero personalmente creo que es divertido tener grados para compararse con uno mismo.
Los grados son importantes como punto de referencia sobre mí misma, para poderme comprar como escalaba antes y me ayudan cuando estoy entrenando para saber en qué estoy. Sin embargo, me importa más la calidad de la ruta que el grado.
¿Cómo ha sido tu paso por Estados Unidos?
Hay mucha escalada buena acá, muchos estilos diferentes, me gusta mucho.
¿Es diferente a Europa?
Sí, hay mucha variedad, creo que eso también se tiene en Europa, pero es muy especial poder manejar por algunas horas y tener gigantescas paredes de arenisca y si manejas un poco más puedes tener granito, creo que por la variedad me gustó mucho.
¿Has probado escalada tradicional allá?
Así comencé a escalar, entonces es algo que he hecho mucho. Uno de mis objetivos es escalar “Moonlight Buttress” (512+ de tradicional y varios largos), en libre y poniendo los seguros.
¿Esa ruta la escalaste luego del accidente?
Sí, la escalé en artificial y de segunda. Nathan fue chapeando la vía y yo lo seguía en top básicamente, fue muy divertido, es una de mis rutas favoritas.
¿Cuál es tu historia con esta ruta?
Es solamente una de esas vías que he visto en películas y de las que he leído. Además me encanta la escalada de fisuras. Lees libros y revistas y ves algo que realmente te inspira y esa fue una de esas rutas en las que quería estar algún día.
¿Te da más miedo hacer escalada tradicional por tus tobillos?
Sí, hasta ahora he hecho más que nada escalada deportiva porque da menos miedo. Solo caminar hacia las fisuras es doloroso cuando voy con mucho peso. Es más fácil hacer escalada deportiva, el búlder también es doloroso porque hay que caer forzando los tobillos. Cuando tenga menos dolor voy a volver a hacer escalada tradicional.
También es más aterrador porque he estado con miedo de caer, he tenido que practicar mucho para poder dominar el miedo a la caída y en la escalada tradicional es más aterrador. Pero bueno, solo hay que trabajarlo y tener varias caídas.
¿Qué opinas de las competencias, has competido?
No, no es realmente para mí, me gusta escalar afuera. Creo que si realmente se quiere competir en resina hay que entrenar mucho en gimnasios y aunque me gusta también eso, prefiero tener metas de escalada en roca.
¿Qué estás haciendo cuando no escalas?
Últimamente he estado haciendo charlas motivacionales para escuelas y establecimientos por el estilo. Estudié acupuntura en animales, homeopatía y ayuda natural para animales y hago eso y tengo otros hobbies como montar bicicleta, sacar fotos y escribo para algunas revistas de escalada.
¿Qué le puedes decir a las mujeres chilenas para motivarlas en la escalada?
Que practiquen lo que quieren mejorar, ¡vayan a practicarlo, vayan a hacerlo! Si realmente quieres algo, trabaja duro para conseguirlo y si te da miedo algo, enfréntalo, tienes que decir “me da miedo esto y debo superarlo”. Es como lo que me pasó a mí: tenía miedo a la caída y decidí practicarlo y fui a volar mucho y todavía tengo que hacerlo. En vez de evitar lo que te de miedo, ve a practicarlo hasta que te aburra. Y siempre pásenla bien.
Puedes leer el relato del accidente y de la recuperación de Rannveig en Escalando 34
Por: Camilo Castellanos