¿Se debe intervenir la roca?

Daniel-Witness foto bigupproductions
Jimmy Webb estaba cerca de encadenar el famoso búlder Witness the Fitness V15 (8c), cuando el agarre del crux se le rompió. ¿Qué se debe hacer en estos casos? ¿Estaría éticamente correcto arreglar o pegar el agarre?
La discusión sobre la intervención de la roca tiene diferentes facetas y diferentes grados. Las prácticas más comunes de intervención son en la apertura de vías donde, en secciones que se ven imposibles de escalar, es común tallar la roca o pegar un agarre con sika. Esta práctica fue muy generalizada en la década de los noventa y personas como el varias veces campeón del mundo Patxi Usobiaga, considera que la escalada de dificultad ha evolucionado en parte gracias a la modificación de la roca, como lo dice en esta entrevista realizada por Desnivel.com: “… Hemos evolucionado sobre muchas vías con sikados y tallados, ya que este tipo de vías abundan en muchas escuelas. Rutas conocidísimos como White Zombie (Baltzola), Honky Tonky (Oñate), Tas-Tas (Baltzola) o Nuria (Cuenca) han marcado y ayudado en la carrera de muchos escaladores de alto nivel, y son vías manufacturadas en mayor o menor medida. A mi entender, estas vías han marcado una época y una evolución en su grado y criticarlas ahora es hipocresía”. A pesar de esto, el mismo Usobiaga admite que la evolución de la escalada va encaminada hacia una actitud cada vez más purista y natural y, según él, las manufacturas son parte del siglo XX.
equipada DAVcl
La intervención de la roca ha llegado a casi todos los países del mundo, donde Chile no es la excepción, el uso de sika se ha repetido en diferentes zonas del país. La más representativa, en parte por la cantidad, es las Chilcas, donde muchas de las rutas han sido reforzadas con sika.
La opinión pública está dividida, muchas de las personas que están en contra de la intervención de la roca lo hacen por diferentes argumentos, desde que hay que preservar la naturaleza de la roca, hasta que una intervención estaría eliminando una posible ruta más dura que pueda ayudar a aumentar la dificultad de la escalada. Para no ir más lejos un ejemplo de este último argumento es el de  “Si los perros ladran”, ruta de las Chilcas abierta por Juan José Fernández junto a Estaban Vigouroux en 1998 con varios refuerzos de sika. El mismo Juan José realizó el primer encadenamiento cotándola de 8b/8b+, a pesar de esto, luego de encadenar decidió sacar la sika y la ruta se volvió un 8c y  ahora es una de las vías más duras de Chile. Casos como este han pasado en diferentes partes del mundo, donde los agarres con sika permitieron hacer una ruta en el octavo grado, pero al sacar la sika el grado aumenta en lo que en esa época se pensaba imposible, como un 9a+ o 9b.
Varios escaladores como Dani Andrada o Adam Ondra no van directamente en contra de la intervención, ya que piensan que si hay secciones imposibles es preferible tallar o sikar algunos agarres en vez de sacar las chapas ya colocadas; pero ambos escaladores prefieren las rutas naturales en especial por la variedad de movimientos que estas entregan, opiniones que han reflejado en varias entrevistas.
agarre Witness the fitness
La evolución de la escalada está yendo hacia una apertura cada vez más natural, pero qué sucede cuando un agarre como el de Witness the Fitness se rompe ¿sería éticamente correcto volverlo a pegar? O se debe dejar la vía así, esperando que en el futuro algún escalador consiga hacerla sin esa tomada. En un principio el cambio de la roca fue realizado por los escaladores que probaron el búlder, es decir que pegar el agarre podría estar devolviendo la forma natural de la roca. Invitamos a los lectores a que dejen su opinión sobre este tema.
Acá les dejamos el video de Chris Sahrma en Witness the fitness, ¡nos interesa tu opinión!

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