Rannveig Aamodt vuelve a las pistas tras caída de 15 metros
Aamodt es una escaladora nacida en Noruega en 1984, desde toda su vida ha estado interesada en los deportes al aire libre, pero se inició en la escalada a los 20 años cuando su hermano la llevó a probar este deporte. “Quede totalmente fascinada por como capturó mi mente. La mayoría del tiempo, cuando escalo el resto del mundo simplemente desaparece, estoy viviendo completamente el momento”, dijo Aamodt sobre su primera experiencia en la escalada para su biografía que está en la página de Red Chili, uno de sus auspiciadores.
Con el tiempo comenzó a ir a roca y a probar diferentes estilos de escalada. A Rannveig le fascina la variedad, es por esto que sus esfuerzos no se han focalizado en un tipo específico de escalada, sino que entre su libreta se pueden encontrar ascensos que van desde 5.13s en deportiva, 5.12s en tradicional hasta V8 en búlder.
Rubia y con ojos azules, esta escaladora llamó la atención para ser una de las protagonistas del calendario Women of Climbing 2013, donde sale en bikini haciendo un V7 en una cueva en Nueva Zelanda. Su rutina de escalada anual era pasar la mitad del año en Noruega y la otra mitad en Colorado, sin dejar de recorrer otras zonas famosas como Fontainebleau.
Todo este proceso fue truncado cuando en mayo de 2012 Aamodt sufrió una caída de 15 metros que casi le cuesta la vida. El accidente sucedió mientras escalaba en Turquía y le causó 13 huesos rotos, incluyendo tres vertebras y dos rupturas en la pelvis.
“Me quede acostada en el suelo… pensé, wow me estoy muriendo… después pensé: ¡No! todavía es muy temprano. Después de eso el dolor se volvió insoportable y todo se transformó en una batalla, luchar para mantenerme despierta… luchar por mi vida”, dijo Aamodt a 8a.nu sobre su caída.
Desde ese momento todas sus energías se enfocaron en recuperar la vida que tenía antes del accidente. La rehabilitación se volvió su trabajo de tiempo completo, con sesiones de 6 a 8 horas de ejercicio para ir recuperando la movilidad, siempre con trabajos específicos y controlados para no lesionarse en el proceso. Todo esto teniendo que pasar por lo más difícil según ella, que es intentar superar un dolor insoportable.
Este trabajo comenzó a dar sus frutos seis meses después, cuando junto a su esposo y fotógrafo Nathan Welton escaló Moonlight Buttress en Utah, donde, a pesar del dolor de tobillos que casi no le permitía caminar, se subió a probar los largos de fisura, siempre en top y con su novio cargándole el peso en las caminatas.
Ahora, ocho meses después, esta escaladora ha sido premiada por su esfuerzo y perseverancia en la rehabilitación. A pesar de que dice que sigue luchando contra el dolor, ha conseguido encadenar tres rutas de 8a (5.13b) en un viaje a Tailandia. Un ejemplo a seguir para las personas que sufran algún tipo de lesión.
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