Leo Cea, de 11 años, encadena «Tecnoking» (9a), en las chilcas
Dentro de la vertiginosa esfera de la escalada deportiva, donde cada ascenso se condensa en una amalgama de habilidad, determinación y pasión, se asoma un nuevo nombre: Leo Cea . A sus 11 años, este prodigio de la escalada chilena logró un hito excepcional al encadenar la ruta 9a “Tecnoking” en el sector Tecnobloque de Las Chilcas, coronándose como el escalador más joven en lograrlo.
La historia de Leo es la de un niño que se enamoró de la roca muy temprano. Nacido en Oldenburg, Alemania, y criado entre dos culturas, encontró su mayor pasión al lado de su padre René en sus salidas semanales a la roca. Las Chilcas, en en la comuna de Llay-Llay, se convirtió en el lugar ideal para ejercitarse, aprender los fundamentos del deporte y rodearse de la experiencia y bondad de los escaladores más experimentados.
Leo Cea en ‘Tecnoking’ (9a). Foto: Sofía Puentes
No llegó a la cima de la escalada por casualidad, pero no deja de sorprender que en pocos años, Leo se esforzó por mejorar sus habilidades, desde sus inicios en las vías moderadas hasta la exigencia de los límites superiores, ganando grados a una velocidad asombrosa.
La ruta, fue propuesta como 9a por Ronny Escobar en su primer encadene. Comparte un tramo inicial de Me gustas cuando callas (8b – 5.13d) con el final de Si los perros ladran es porque cabalgamos (8c – 5.14b), con una sección intermedia que conecta ambas rutas, que resulta ser el crux de la ruta. Es una vía desafiante, muy desplomada, de 70 movimientos, pero para Leo, que mide 1.37 m , es preciso sumar unos 10 movimientos extra.
Leo Cea junto a su padre y su hermana en Las Chilcas: Foto: Colección René Cea
Encadenar Tecnoking, no solo es reflejo de su capacidad física y técnica, sino que también gracias a su dedicación y enfoque. Leo y su padre dedicaron tres días por semana durante las vacaciones de verano para enfrentarse a Tecnoking, resultando en once jornadas de escalada y 25 intentos para lograr la primera repetición. La determinación de Leo y su paciencia a través de los intentos muestran madurez más allá de sus años y, a pesar del desafío, el joven escalador mantuvo su espíritu jovial y disfrutó cada momento en la roca, demostrando su pasión y determinación en cada pegue.
Leo tiene un brillante futuro en la escalada. Como buen deportista, ya tiene hambre de nuevos desafíos. Quiere probar suerte en otras rutas de esta dificultad en Las Chilcas, conocer el Valle de los Cóndores y sus líneas más exigentes.
Su historia es un excelente recordatorio de que no existen límites para lo que se puede alcanzar con dedicación, no importa la edad. Leo Cea no es solo un niño escalador, desde hoy es un ícono para toda una generación de escaladores en todo el mundo.
