California: escalar en los clásicos poco conocidos
Por Anais Puig.
Fotos: colección Anais Puig y Javiera Benaventes
Cuando escuchas sobre la escalada en California, sueles asimilar Yosemite y sus grandes paredes o los bloques de Bishop, y eso es poco comparado con la cantidad de roca que tiene este estado.
Con Javiera nos hemos encordado varías veces y conocemos hace años, el invierno estaba crudo más que años anteriores, y decidimos ir a tomar un poco de vitamina D al otro hemisferio.
Un amigo nos habló de Tahquitz, un sector donde se encuentran las primeras rutas de 5to grado de Estados Unidos (antes del decimal system) y que este lugar fue la escuela de Royal Robbins y otros en los años 50.
El pueblo más cercano es Idyllwild, es muy pequeño y acogedor, y se ubica a dos horas y media de Los Ángeles, y ya que aterrizamos ahí, sería nuestro primer destino.
Aquí encuentras dos sectores: Suicide Rocks, que en verano por su exposición pega mucho el sol por lo que no fuimos y, al frente, Tahquitz, una aguja con varios multilargos de todos los niveles.
El primer día escalamos la primera ruta abierta en el sector, The Trough, un 5.0, ¿pero como, 5.0? Y si, considerando que el grado máximo era un 5.9 decidimos partir con humildad y bueno la ruta es entretenida, un granito sólido y para las reuniones tienes la opción de anclarte a árboles y también mucha fisura.
Al día siguiente, más confiadas, fuimos a Angel’s Fright, un 5.6 de fisura y acá ya con más actitud unimos largos y avanzamos con velocidad. Eso sí, el último largo era un slab de 30 metros con una chapa, aquí nos dimos cuenta que los slab son cosa seria, y que los pioneros en 1930 eran bien bravos de subir esto con bototos.
Nuestra meta era escalar Open Book, el primer 5.9 del país y aquí teníamos muchas opiniones, la gente nos miraba escépticas y algunos nos preguntaban si estábamos preparadas, parece que dos chicas parlanchinas chillonas no convencían a muchos, y habían otros que nos animaban. Bueno, había que salir de la duda así que equipadas hasta los dientes triple rack en el arnés llegamos a pie de vía.
Vimos el comienzo de la ruta y nos la pensamos… ¿esto de verdad es un 5.9? Empezaba con un problema de búlder desplomado y sin protección, por suerte para nosotras llegó otra cordada local y fueron primero. Así fue como nos dispusimos a seguirlos y fue lindo, nunca perdimos la línea ni las reuniones y todo salió bien, llegamos a la cumbre felices y empoderadas. Eso si, ¡este claramente no es un 5.9 como los que conocíamos!
Luego de estos intensos días, coordinamos para ir a Bishop. Ahí vive Paloma, ella es de los Estados Unidos y está casada con un chileno, Mija, quien estaba en una expedición y ella tenía días libres, por lo que todo se alineó para salir a dar los pegues.
Fuimos a Cardinal Pinnacle, para conocernos como cordada, aquí escalamos una ruta de 4 largos. Con lluvia y todo la terminamos, nos gustamos las tres, funcionamos bien y nos reímos, suficiente para seguir escalando juntas.
La Sierra ofrece infinitas posibilidades en el granito, hace tiempo había escuchado del Incredible Hulk y bueno había que ir a conocerlo así que nos aventuramos en la pared, la ruta escogida fue Red Dihedral, 12 largos de escalda en fisura, calidad tras calidad, 4 largos cada una, coordinación y constancia, fue un pegue hermoso, muy cálido y lleno de amistad, llegamos a la cumbre del Hulk donde disfrutamos de una hermosa vista y compartimos un grato momento.
Bajamos al campamento, una cueva increíble donde cabíamos la tres más nuestras mochilas y teníamos hasta un comedor, nos “mandamos» una tremenda cena y a dormir, para el día siguiente ir a dar otro pegue, esta vez sería en Positive Vibes, una ruta un poco más exigente e igual de hermosa. En la mañana nos lo tomamos con la calma, y por circunstancias de cansancio, mosquitos y tiempo, llegamos hasta el 4to largo, súper conscientes de no venderla, preferimos bajarnos de la pared y bajar hasta el auto, en parte porque los mosquitos se dieron un banquete con nosotras.
Llegamos sanas y salvas a los Twin Lakes, donde disfrutamos de un chapuzón y luego seguimos rumbo Tuolumne, aquí escalaríamos el Third Pillar, un clásico de 5 largos en granito muy hermoso.
Salimos tarde para que las otras cordadas estuvieran más arriba, y bueno después de una hora y media de aproximación a la pared nos pillamos con 6 cordadas antes que nosotras, a paso de tortuga y estaba anunciada una tormenta a las 14 hrs. No queríamos morir electrocutadas por lo que estando a pie de vía, con zapatillas puestas y listas para el pegue, decidimos devolvernos e ir a Poppy Dome a bulderear y bañarnos en el río.
Volvimos a Bishop y los días estaban inestables, pleno verano y aviso de inundaciones. Javiera pensaba que trajo la lluvia de Puerto Varas, y puede ser porque no se veían precipitaciones así hace años dijo Paloma.
El viaje fue corto, como viraje de laucha, la motivación fue alta, el apañe sincero y el amor verdadero.
Fue un viaje lleno de aprendizaje y muy lindo escalar entre mujeres, la energía siempre positiva y el respeto siempre presente.
Así fue como California nos sorprendió, con paisajes y montañas que no sabíamos que existían, y ahora siempre recordaremos con mucho amor.
Estoy agradecida por el apañe de nuestras familias, parejas, amigos y Petzl Chile, que le dimos con todo al equipo y sigue impecable. Gracias a la vida, que es una sola 🙂
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Lo que debes saber:
Arrendamos una U-haul, son camioncitos de mudanza, es la opción más barata por día, lo que sí, incluye 30 millas diarias y el resto te las cobran.
Para ir al Hulk hay que sacar un permiso de camping para el área, esto se hace por internet y cobran 15 dolares.
En Idyllwild, donde estacionas para salir a escalar, se debe comprar el pase de la U.S. National Park Service, puede ser el diario o el anual, si no te arriesgas a una multa, que equivale al mismo valor que el pase diario.
Puedes encontrar más información sobre Idywild en la sección Destinos de la edición #37 de Escalando.
Puedes encontrar más información sobre Idywild en la sección Destinos de la edición #37 de Escalando.