Alex Honnold y Tommy Caldwell rompen nuevo récord de velocidad en The Nose
Un poco más de medio año alcanzaron Jim Reynolds y Brad Gobright a ostentar su título cómo plusmarquistas de velocidad en la mítica vía The Nose, ubicada en Yosemite; la marca del cronómetro ha vuelto a bajar, y ésta vez de mano de dos de los sospechosos de siempre:
Alex Honnold y Tommy Caldwell lograron subir hoy el monolito de granito de 900 metros en unas meras 2:10:15 horas, reduciendo así el tiempo previo de 2:19:44 en casi 10 minutos.
Ocho ascensos a ruta durante las últimas dos semanas fueron la preparación específica del dúo para poder batir la marca que, aunque no vaya acompañada de ninguna presea o reconocimiento oficial, ha servido históricamente como indicador del avance de la escalada en grandes paredes; desde el primer ascenso por el día en 1975, pasando por el tiempo de 2:37:05 establecido por Hans Florine y Yuji Hirayama en julio de 2008 —hace menos de diez años— podemos ver cómo el estándar se va superando a sí mismo con el paso de los meses, ni siquiera de los años.
*Actualización*
Desde la publicación de esta entrada el miércoles de la semana pasada, una serie de acontecimientos han mantenido al mundo de la escalada con los ojos pegados en Yosemite y en lo que significa la escalada de velocidad de grandes paredes en un plano general:
El sábado nos enteramos de la trágica muerte de dos escaladores, Tim Klein( 46) y Jason Wells (42), mientras subían por la ruta Salathé en El Capitán. El par, que tenía a su haber varios ascensos por el día en El Capitán y mucha experiencia escalando en conjunto, se encontraba en la sección más baja de la vía —conocida como Freeblast— cuando se precipitaron desde una altura cercana a los 300 mts. Todo apunta a que se encontraban escalando en simultáneo por una sección graduada alrededor del 5.7 al momento del accidente.
El lunes de esta semana partió en una nota más positiva cuando supimos que Honnold y Caldwell le sacaron varios minutos de encima a su marca original al subir por la Nose en 02:01:50; el día miércoles finalmente lograron su cometido de bajar el tiempo de dos horas, y dejaron el actual récord en 1:58:07.
«No estaría sorpendido si este récord quedara por 10 o 15 años», dijo el propio Honnold, y por más que una hazaña como esta nos muestre a lo que es capaz de llegar el ser humano en cuerpo y mente dadas las condiciones apropiadas, también nos muestra una faceta de la escalada que no es tan agradable cuando vemos la «película completa».
La escalada de grandes paredes en velocidad, corriendo por la roca colocando sólo un par de seguros en un largo de 40 metros, pasando secciones en simultáneo, asegurando en corto, etc. no es una actividad segura, y una y otra vez hemos visto como han sido los propios expertos en este juego los que han salido perjudicados:
En mayo recién pasado, Hans Florine voló en la parte alta de la Nose y se quebró ambas piernas. Florine, quien ha subido El Capitán 178 veces—y quien ha tenido el récord de velocidad de la Nose en más de una ocasión— se encontraba haciendo un ascenso por el día cuando, al colgarse directamente de un seguro que parecía fiable, este se arrancó, generando la consecuente caída a una terraza.
En octubre del año pasado, la escaladora estadounidense Quinn Brett, también intentando escalar la Nose por el día, voló unos 30 metros y quedó paralizada de la cintura para abajo.