Nuevo sendero de acceso a Las Melosas
El pasado fin de semana una docena de voluntarios se dieron cita en Las Melosas, convocados por Acceso Panam con el objetivo de realizar la primera Operación Rastrillo de este 2018 en nuestros sectores de escalada.
La instancia que busca comprometer a los escaladores de nuestra comunidad en el cuidado y protección de las zonas donde desarrollamos nuestro deporte, es una oportunidad para que quienes participen creen un vínculo emocional con el sitio que se encuentran interviniendo y, de esta manera, lo hagan propio y lo protejan.
Trabajo duro, escalada y comunidad son 3 de los ingredientes claves que buscan diferenciar Operación Rastrillo de una simple jornada de limpieza. No se trata solo de dejar limpio el lugar, sino que afectarlo de tal manera que la experiencia de todo futuro visitante sea diferente, mejor.
Para poder lograr este objetivo los voluntarios involucrados deben establecer una dinámica de equipo y compromiso con el objetivo final. La jornada termina solo cuando el trabajo es finalizado y entregado al resto de la comunidad para su uso y goce como un regalo u ofrenda.
La necesidad
En particular en Las Melosas se necesitaban intervenir su sendero de acceso o establecer uno nuevo. La pendiente del viejo sendero provocó una gran erosión en la ladera en la que se ubicaba. Además, se evidenciaban tramos en los cuales el tránsito con mochila y equipo podía poder en riesgo a los usuarios, ni hablar de lo complejo que sería bajar a alguien en caso de accidente.
Estas fueron las principales razones que motivaron al grupo de voluntarios a organizarse durante la noche del sábado 14 en torno a una fogata y, compartiendo sus puntos de vista al respecto, se optó por cerrar el viejo sendero y aprovechar la quebrada que corre por el norte de la meseta donde se ubican los bloques del sector para establecer uno nuevo.
Chilenos, canadienses, españoles, ingleses y franceses sumaron fuerza y voluntades para unir los diferentes tramos en los que se trabajó el día domingo. Unas 6 horas de trabajo mancomunado dieron como resultado un sendero con menor pendiente y señalizado con pircas a lo largo de toda su extensión. El sendero anterior se cerró de manera de permitir que la naturaleza haga su trabajo y se regenere la vegetación. Ahora se logra transitar de manera más fluida y con menor esfuerzo, lo que hace, entre otras cosas, mas fácil ir a buscar agua a la vertiente que corre cerca del estacionamiento.
Agradecemos la labor de aquell@s voluntari@s que sacrificaron un domingo de escalada para poder dejar este sector de una mejor manera de que la que lo encontraron y extendemos la invitación a las siguientes operaciones. Agradecer la confianza, compromiso y apoyo de Tatoo hacia este proyecto y a Cerveza Quimera y Leburguer por hacer de la estadía y jornadas más placenteras.