Los orígenes de la roca que escalamos
Regletas, manillas, bidedos, slopers, chorreras y fisuras, la presencia de estos agarres depende mucho del tipo de roca en la que estemos escalando. El conglomerado, granito, arenisca y basalto generan texturas muy diferentes entre ellos y esto determina el estilo de escalada de un sector en particular.
Ni hablar de la adherencia, otro factor determinante en la escalada y que cambia mucho dependiendo de la roca. Quien haya escalado en el Valle de los Cóndores y Cochamó habrá podido percibir la diferencia entre uno y otro tipo de roca.
Por su parte, Chile es un país largo y angosto que permite que su orden geográfico sincretice de una forma increíble sus paisajes y recursos. Si nos ponemos a pensar en las rocas, observamos que en ellas, esa diversidad, también se aplica, además de albergar una vasta historia en los 35 millones de años de vida que posee la Cordillera de Los Andes.
Conversamos con el escalador, geólogo y parte del equipo de Ciencia de Escalar, David Valenzuela, para conocer un poco más sobre las variedades de rocas presentes en nuestro territorio y los fenómenos que condicionan su presencia.
¿Cómo es eso que escalamos?
“Según cómo y dónde se haya enfriado el magma, se distinguen dos grandes tipos de rocas ígneas: las plutónicas o intrusivas, que se enfriarón bajo la superficie, y las volcánicas o extrusivas, que lo hicieron sobre la superficie terrestre” señala el geólogo de la Universidad de Chile.
Las rocas plutónicas o intrusivas están compuestas por minerales como el cuarzo o piroxeno, y son las que el magma no logró sacar a la superficie de la Tierra, permitiendo un enfriamiento más lento (formando minerales muy bien definidos). Estas rocas las podemos observar actualmente gracias a una serie de procesos erosivos que fueron deteriorando el entorno que les ocultaba, pues “por decirlo de alguna manera, era ‘menos competente’, y fue erosionando con el pasar de los millones de años”, dice Valenzuela.
Así es como conocemos la formación del granito, característica composición compacta que se encuentra en sectores como Cochamó, El Alfalfal, Torres del Paine y el famoso Valle de Yosemite.
Por su parte, la transformación de magma a lava dio paso a las rocas ígneas volcánicas o extrusivas. Este tipo de conformación geológica se materializa actualmente en tipos de roca como el basalto, que podemos identificar en sectores como Arrayán y Valle de los Cóndores.
Otro tipo de composición volcánica o extrusiva es la ignimbrita “que se produce cuando un volcán hace erupción y expulsa una columna de elementos sólidos, líquidos y gaseosos hacia arriba, y cuando esta cae, genera un flujo que mezcla todos los elementos”, los cuales al detenerse, depositarse y enfriarse han conformado las también denominadas «tobas», aclara el geólogo. Este tipo de fenómeno se puede observar en Socaire y en algunos sectores de El Manzano, en el Cajón del Maipo.
También identificamos las rocas sedimentarias, una mezcla de rocas volcánicas que fueron erosionando por medio de un curioso proceso, que tras millones de años y luego de la meteorización de las rocas ígneas, fueron transportadas por las aguas de escorrentía, el viento, las olas y el hielo y transportadas a una nueva localización, donde fueron reunidas para la conformación de lo que hoy identificamos en tipos de roca como el conglomerado en sectores como Las Chilcas y Petorca, y la caliza presente en ciertos psicolblocs de Thailandia y en la Muralla China de Coyhaique.
Lo fascinante de la caliza es que se encuentra en ambientes costeros, y está formada por un gran porcentaje de carbonato de calcio “un elemento presente en los esqueletos de seres marinos. Generalmente, esos esqueletos se quedaron en el piso y con el pasar de los años se fueron apretando” y así se creó ese tipo de roca.
Finalmente, las rocas metamórficas son el resultado de la acción de las fuerzas tectónicas, que cambiaron el aspecto, composición mineral e, incluso, la composición química media de ciertas piedras. Las rocas de estas características son un componente importante de cinturones montañosos como los Alpes y los Apalaches. Algunas formaciones rocosas metamórficas son el mármol y el gneiss.
Sin duda alguna, un mundo fascinante lleno de historias que comprender.