Outdoor Retailer 2017: Las enseñanzas de una industria rebelde
Hace poco más de un mes, un grupo de marcas del negocio outdoor (entre ellas Patagonia y Arc’teryx), se bajaron de la feria Outdoor Retailer, que se realiza dos veces al año en Utah. ¿La razón? Gary Herbert, el gobernador de ese Estado, solicitó revocar la designación de Bears Ears como Monumento Nacional. Fue a partir de ahí que un grupo de privados golpearon la mesa y dejaron claro que no serían parte de un encuentro organizado en el Estado al que parece no importarle la protección de lo que en Estados Unidos se ha llamado Public Lands, ni potenciar la industria outdoor que se desarrolla en esas áreas de acceso público.
La cantidad de gente y los millones de dólares que movilizan estas compañías, les basta para moverse y desarrollarse por sí solas y el mensaje que entregaron fue potente, en cuanto a que como marcas, sí les interesa involucrarse en lugares con gobiernos que garanticen la protección de aquellas áreas naturales.
En este sentido, ¿cómo está la cosa en Chile?
Con miles de kilómetros cuadrados destinados a las actividades outdoors, miles de hectáreas de parques y nuestro país reconocido como el mejor destino outdoor del mundo en el World Travel Awards 2016, la mayoría de las marcas de esta industria están operando en el país. Sin embargo, ¿toman el mismo partido que el que se tomó en Utah el último invierno? Además de lucrar con el negocio de la vida al aire libre, estas compañías ¿se involucran en la defensa y protección de nuestros recursos naturales?
Lo sucedido en Utah establece un precedente digno de imitar en todo el mundo. Resulta imprescindible que se cuestionen más algunas decisiones de gobierno ligadas a la protección de las áreas naturales. Estos cuestionamientos deben provenir tanto de las marcas, como de los mismos amantes de las actividades que se desarrollan en estos lugares.
En el caso de las marcas, hay que tener en cuenta que son compañías que pueden mover a muchísimas personas y que también pueden presionar a través de la gran cantidad de dinero que generan gracias a las actividades al aire libre. No solo se trata de acatar. Es necesario cuestionar, preguntar y muchas veces, también oponerse a políticas que degradan o impactan de manera negativa en aquellos lugares donde sus clientes hacen uso de sus productos.
Nuestro país cuenta con atributos naturales indiscutibles a nivel mundial y es tarea de todos protegerlos. Nuestra comunidad, compuesta por marcas y usuarios, tiene mucho que decir a este respecto y sería ideal poder enfrentar este desafío unidos bajo una sola voz.