El rol de los clubes deportivos en la nueva Federación de Escalada
por Javiera Romero
Entre el 2014 y 2015, la Federación de Andinismo de Chile (FEACH) vivió la tercera y más potente de sus crisis. Por falta de recursos, tenía varias deudas a su haber y por lo mismo, perdió su membresía. Así nos cuenta Eduardo Aguirre, actual Presidente de la organización: “nosotros vivimos un proceso súper malo, el proceso pasado, debido a las deudas que dejó la administración anterior. En septiembre cuando llegó este directorio, ya nos habían desmembrado. No había ni teléfono, pero el 16 de enero ya empezamos a mirar hacia arriba. Recibimos 7,2 millones por el proyecto de Federación Deportiva y eso fue para pagar los gastos de la casa del año, los sueldos de las personas, y no recibimos dineros por el Plan de Desarrollo Estratégico (PDE). Este año recibimos me parece que 32 millones por el PDE. Y con eso logramos pasar de una federación “de la cuarta división” a ser priorizada y dependiendo de cómo funcionáramos este año es como vendrían los recursos para el año que viene”.
Gracias a esos ingresos entregados por el Instituto Nacional del Deporte (IND) , la FEACH ha logrado llevar adelante nuevas actividades que le permitieron repuntar en sus áreas de trabajo. En la escalada, específicamente, se han enfocado en la planificación de un Campeonato Nacional que tendrá su próxima fecha el 1 de octubre en el gimnasio Boulder Side de La Serena, y luego de ello, esperan focalizarse en el entrenamiento de alto rendimiento en niños y jóvenes.
“Siempre hay que sumar, yo siempre digo que no importa qué tan mal lo hagamos, siempre hay que mirar lo bueno de las cosas malas para intentar mejorarlas. El montañismo, por ejemplo, es el producto de un montón de accidentes y técnicas que con el tiempo evolucionaron gracias a que nosotros mismos tuvimos la capacidad de darnos cuenta y trabajar para modificar nuestras conductas, lo mismo queremos hacer acá: mejorar la administración en función de los errores que se cometieron en el pasado”, comenta Aguirre.
Sin embargo, en el tiempo que le llevó a la Federación solventar sus deudas y activar un nuevo plan de desarrollo estratégico, la masa de escaladores estaba creciendo y gestando nuevas formas de organización.
Sin ir más allá, basta pensar en la cantidad de escaladores que visitan mes a mes los diferentes spots de la zona central. Más los que buscan entrenamientos en gimnasios. Y, a su vez, los que crean grupos con personalidades jurídicas y postulan a fondos para organizaciones comunitarias del IND o del respectivo municipio, los llamados clubes de escalada, quienes no se sentían totalmente satisfechos con las formas de proceder de la FEACH.
“La Federación de Andinismo ha tenido varias crisis, pero eso ya es muy repetitivo, vamos a estar dos años bien y dos años mal. Sus directivas son de montañistas de siempre y por eso se deja de lado a los escaladores”, señala Len Ríos, miembro del club Escalando en Penumbras y uno de los representantes de la nueva Federación que conversó con Escalando.
Esto es claro. La FEACH se consolidó en el año 1942 gracias a la organización de los primeros montañistas, quienes le otorgaron una visión amplia e interdisciplinaria del deporte, lo que les ha diferenciado de otras organizaciones deportivas. Así lo explica su Presidente, quien señala que en el montañismo “todos somos medianamente vinculados, porque en un par de años más un escalador puede ser perfectamente un escalador que esté randoneando. Esa es la gracia del montañista, que siempre está en evolución, que siempre está en conocimiento, aprendiendo algo nuevo. Haciendo estos procesos de homologación o aprendizaje, te vinculas con distintos medios que nos permiten avanzar, ya sea en hielo o en la roca, y que nos llevan a lo mismo”.
Es por este mismo motivo que la Federación está conformada en su mayoría por clubes de montaña que entre otras cosas, enseñan a escalar. Podemos identificar, por ejemplo, al Club Alemán Andino (DAV), Wechupún, Club Andino Universitario (CAU) y antes la USACH: “Si te das cuenta ya hay cuatro clubes de nuestra Federación que tienen motivaciones de montaña y escalada. Lo que no implica que nosotros dejemos de lado las motivaciones de la montaña, nosotros vamos a seguir proyectando las vinculaciones deportivas y formaciones para niños en la montaña y haciendo esa transversalidad, para que cuando los escaladores deportivos hagan una salida a la montaña sepan prender un anafe para tomarse un cafecito por lo menos”, agrega Aguirre.
Sin embargo, el problema principal es que actualmente existen más de 12 clubes de escalada deportiva inscritos en el registro del IND, pero sólo dos de ellos (Club de escalada libre Newen y Club Escalando en Penumbras) se han adherido a la lista de clubes asociados de la FEACH. Es ese bajo nivel de participación el que nos hace preguntarnos ¿Qué está haciendo mal o qué está dejando de hacer la FEACH que no logra atraer la participación de esta parte de la comunidad montañera?
Len Ríos señala que “la Federación tiene que realizar una figura súper importante de llevar las oportunidades a la población” y enfatiza que ese es uno de los roles que la nueva Federación está dispuesta a tomar porque la anterior no lo ha logrado. “Hay muchos que no tienen acceso a la escalada, entonces la Federación tiene que por lo menos generar la instancia. Queremos escaladores que les guste y que otros tengan la oportunidad de intentarlo. Eso también va a generar un aumento en la taza de la población de escaladores, y si somos más vamos a aumentar el potencial de las zonas de escalada”, añade.
La escalada como motor social, la nueva visión de los escaladores:
Si bien la Federación de Escalada está recién constituyéndose gracias a un circuito de competencias que se denominó Copa de Clubes, su motivación principal es democratizar el acceso a la escalada de los sectores más vulnerables, y así potenciar nuevos talentos deportivos. Este trabajo es el que motiva la formación de los diferentes clubes a lo largo del país. Así lo señala la Presidenta de la nueva Federación, Bernardita Soto: “La escalada en Chile es un deporte súper elitista que de a poco se ha ido integrando a otros estratos socioeconómicos, donde hay muchos niños y jóvenes perdidos en drogas duras que no tienen la inspiración ni la motivación de ir más allá. Lo interesante de este deporte es que te gusta mucho o no te gusta, y si te gustó, te transforma. Entonces si de 10 podemos transformar a dos, creo que es un aporte positivo y sacar buenos escaladores de eso es un desafío”.
Bernardita Soto es además la Presidenta del club Licankura de Maipú, el cual se conformó en octubre del año pasado y comenzó a trabajar en pro de ese objetivo. Así es como han logrado varios avances, tales como transformar el Boulder que el IND dispuso, coordinar salidas a terreno, organizar competencias y equipar rutas.
Así también conocemos el trabajo del club Escalando en Penumbras que funciona en el Estadio Nacional hace 15 años: “Creemos que el aporte del club es integrar a distintas personas, porque gente de escasos recursos también lo puede llegar a practicar acá y se puede insertar de a poco en el mundo de este deporte. Nosotros, por ejemplo, nunca hubiésemos escalado si no fuese por este taller. La idea es que todos prueben disciplinas, y esto igual es caro, la escalada es un deporte elitista, porque necesitas monedas para el equipo”, agregan Benjamín Ellado y Felipe Mikin, miembros de la organización.
Para concretar ese espíritu en la Federación de Escalada, junto al club Licankura y Penumbras, están asociados el Club de escalada de Santiago, club Alturas del Físico y el club La Gruta de Valdivia, quienes han decidido enfocar esta primera etapa de trabajo en la escalada competitiva, porque es de donde pueden adquirir más recursos y convocatoria. Sin embargo, no pierden de vista la formación y para ello están asesorándose con la fundación Deporte Libre y la ONG Sin Huella “para así generar nuevos lazos con otras entidades que ya están trabajando en el tema de la conservación. Porque nosotros somos especialistas quizás en la escalada pero ellos están en el tema de la conservación”, declara Len Ríos.
Así como los cinco clubes mencionados, existen muchos otros a lo largo del país que trabajan la escalada como un motor social y es a ellos que la Federación de Escalada busca llegar, ya que aun no posee el carácter de “Nacional” debido a que necesita el apoyo de más clubes asociados (al menos 15). Luego de ello, tendrán que suscribirse a alguna federación internacional, como lo es la International Federarion of Sport Climbing (IFSC), para adquirir el apoyo del Consejo Olímpico de Chile (COCH) y acceso a algunos fondos del IND.
Ese proceso ya lo vivió la FEACH, por lo mismo actualmente está concentrada en el entrenamiento de niños y jóvenes promesas que cumplan con los estándares del Departamento de Alto Rendimiento del IND. “Si la gente lo mira desde un punto de vista la creación de la Federación de Escalada va a ser una amenaza, pero si lo mira de otro, va a ser una ventaja. Depende mi posición, yo creo que este año por cómo están las reglas definidas, va a ser muy difícil que le ingresen recursos del Estado, porque una vez que ya está constituida o reconocida, tiene que esperar un período largo para que le den dinero”, afirma Eduardo Aguirre.
Así es como se perfila este problema entre organizaciones que –quizás, en un futuro no muy lejano- pueden comenzar a trabajar en conjunto o tener más distancias al tomar en cuenta que la escalada deportiva ya es un deporte olímpico y, por tanto, requiere una forma de presentarse ante la sociedad que le permita ser reconocida.
Es necesario aclarar que un miembro asociado a la FEACH puede mantener su calidad de socio si se suscribe a la Federación de Escalada. Por lo mismo, los miembros de esta nueva organización solicitan el apoyo de todos quienes se sientan interesados por este tema. Para más información escribir a federación.comision@gmail.com, allí se les orientará en el tema de cómo federarse o cómo formar un club deportivo.