Escalar sin magnesio: ¿Un deber o una opción?

Por Francisca Undurraga

El uso del magnesio en la escalada surge en los años 50 cuando “el padre del búlder moderno”, John Gill, lo presentó como un producto necesario para esta disciplina, al ser una notable solución para reducir la humedad y mejorar la adherencia. Para Gill “Su uso vino como una opción de estilo y no como una simple y desesperada técnica de último recurso. Ningún gimnasta trabajaría en concretar sus máximos desafíos sin magnesio, tampoco lo debería hacer un escalador”.

Poco a poco está tendencia se fue expandiendo no solo en modalidad búlder sino que también en la escalada deportiva y tradicional. Fue un revolución a lo largo de toda la comunidad escaladora a nivel mundial y la que se ha mantenido hasta hoy. Sin embargo, esta expansión también ha sido un hecho controversial y que ha dado mucho de qué hablar.

Lo que conocemos como magnesio en la escalada, es un carbonato de magnesio ligero (MgCO3) con aditivos como sílice para aumentar la adherencia. Si bien no existen aún estudios que corroboren que tienen efectos ambientales nocivos, si ha dejado en duda la ética del escalador dentro de la filosofía de “no dejar rastro”.

Uno de sus grandes impactos es el visual. Si bien en las rocas no porosas como el granito, los residuos tienden a lavarse más fácil con la lluvia (aunque no en totalidad), no pasa así con las porosas como la piedra caliza y la arsénica, las que absorben el carbonato de magnesio y se hace imposible limpiarlas. A esto se le suma que el exceso de magnesio hace más resbaladizo los agarres y la humedad aumenta las posibilidades de accidentes.

Así es como en varios sectores de escalda han prohibido el uso de magnesio, como es el caso de República Checa en donde La Unión Checa de Montañismo (CHS) realizó una votación, prohibiendo su uso en varios sectores de escalada de la región. También el sector de Garden of the Good en Colorado, el Parque Nacional Arches en Utah, Elbsandsteingebirge en el este de Alemania, en el que tampoco existen chapas y la escalada deportiva es través de nudos, o el sector de Albarracín en España, el que creó el 2014 un Plan de Regulación del Paisaje Protegido, entre muchos otros sectores. Todo esto con el esfuerzo de conservar los lugares lo más limpios y naturales posibles.

En el caso de chile es inevitable ir a un sector de escalada, de boulder o deportivo, el que no tenga el blanco intenso del magnesio impregnado en los bloques o a lo largo de las largas columnas de roca. Es más, sacar la ruta a vista ya casi no existe, ya que el magnesio dibuja perfectamente lo movimientos de la vía a encadenar.

José Domingo Vásquez, es un escalador que junto a su polola emprendieron con un food truck llamado Cacho e’ Cabra, una fusión entre la gastronomía y el turismo con productos 100% naturales. La filosofía de este proyecto es que la gente pueda vivir una vida si aditivos, sino disfrutar de ella tal cual es.

Así mismo José ha llevado su estilo de vida, sobre todo en relación con la escalada. Durante estos último años Vásquez con un par de amigos, han tratado de ir impregnando en quienes se encuentren en el camino su ideología de “escalar sin magnesio”.

Este equipo de escaladores se hacen llamar los piratas, por salir de los parámetros clásicos de la escalada deportiva, en donde buscan una escalada no de competencia sino más bien enfocada en el ser humano, en dejar el ego atrás y amar esta disciplina.

“Escalar sin magnesio te entrega una liberación mental y otra perspectiva sobre la escalada, no buscas solucionar tus problemas detrás de la espalda, sino que al frente tuyo. Es conocerse así mismo, un crecimiento personal y de aprender cosas fuera de lo establecido. Romper esquemas y no preocuparse por tonteras, solo de subir y llegar. El control de tus miedo pasa a ser otro al ponerlo frente tuyo. Te aferras a la vida y a tu ser” destaca el escalador.

Como futuro proyecto a José le gustaría poder hacer una campaña de “escalar sin magnesio” para que cada vez más gente se haga consciente de los beneficios que se obtienen y además para “no dejar más huellas en un lugar más que tan solo tus pasos”.

¿Qué eliges tú?