Nueva variante en el Paine Grande

“La idea del cerro Paine Grande fue un sueño colectivo que todos alguna vez tuvimos. Siempre estuvo entre cejas…”

Un sueño que se hizo realidad hace unas semanas atrás, para el cajonino Nicolás Gutiérrez, que junto a Cristóbal y Diego Señoret, lograron el cuarto ascenso por una nueva variante a la que llamaron “Variante Sativa”, en la cara suroeste del cerro Paine Grande.

Esta montaña ubicada en el Parque Nacional Torres del Paine es la más alta y grande del macizo del Paine, con 3050 metros de altura. Tuvo su primera ascensión a cargo de la expedición del conde italiano Guido Monzino en 1957. Pasaron 43 años para una nueva conquista, esta vez en manos del argentino  Rolando Garibotti, junto al francés Bruno Sourzac, quienes además de haber realizado el segundo ascenso, fueron los primeros en alcanzar la Cumbre Principal utilizando una ruta directa por cara sur.

11 años después, el 2011, se escribiría un nuevo hito en la historia del Paine Grande y de nuestro país. Por primera vez una cordada chilena llegaba a la cumbre. Fueron Camilo Rada, Sebastián Irrarázaval y María Paz Ibarra quienes se aventuraron a la cima con éxito. A diferencia de las dos cordadas anteriores que realizaron la expedición en verano, fueron los primeros en realizarla en temporada invernal.

Para esta nueva ascensión Nicolás cuenta que fue un pegue de 5 días para llegar a la base. Luego 17 horas para escalarla (300 metros de altura aprox.) y dos horas para volver a la ciudad más cercana, Puerto Natales.

En cuanto a la ruta Gutiérrez cuenta que “hicimos 10 largos de los cuales 5 fueron nuevos y el resto empalma con la otra vía de Garibotti. La vía transcurre por heleros medios tumbados (como escalada en placa, delicado también) y luego se pone vertical; 4 largos para luego salir directo a la cumbre por un túnel de hielo típico de la Patagonia, llegamos a la 1 am a la cima y pudimos deleitarnos con una lluvia de estrellas alucinante. la ruta registró dificultades de 6 to en hielo y el primer largo medio desplomado con un poco de hielo aire”.

Un desafío concretado por la cordada chilena en su primer intento, un éxito para el oriundo del Cajón del Maipo, quien comenta que durante estos últimos años había tenido varios intentos invernales fallidos en la Patagonia. Destacándose El Cerro Torre (2013) quedando 4 largos de la cumbre, El Domo Blanco (2014) y la Torre Standhardt (2015), en la que escalaron por cascadas verticales con -30 grados, quedando a solo 3 largos de la cumbre.

De hecho, en ese último intento, en Standhardt, el escalador sufrió de congelamiento severo en sus pies, lo que lo tuvo varios meses parado.

“El dedo gordo derecho casi lo pierdo, estuve un buen rato sin hacer montaña acumulando motivación y en el verano hice un par de cosas. Pero aún me sentía vulnerable a congelarme de nuevo. Ahora con hartas dudas y con un zapato brutal pal frío probé en el Paine Grande y me sentí de lujo. Volvieron todas las ganas e ideas nuevas, además, ¡los proyectos afloraron de nuevo!”, relata Gutiérrez.

Lo único negativo que comenta Nicolás fue que durante la expedición no tuvieron ninguna movida o ayuda de quienes están a cargo del Parque. “Como es sabido Conaf no es ningún aporte al montañismo al contrario siempre nos han tirado para abajo y trabado en cuanto a trámites” enfatiza.

Sin embargo, este hecho no desmotiva al escalador quien ya tiene en la mira nuevos proyectos, “con los cabros nos vamos consolidando y soñando con nuevos objetivos que ya pronto sabrán por que estamos entrenando con todo para poder concretar”.