Belén Villalón expandiendo límites

Belén Villalón escalando Blanca Nieves 5.13c. Foto: Felipe Villegas

Belén Villalón escalando Blanca Nieves 5.13c. Foto: Felipe Villegas

Belén Villalón consiguió el segundo ascenso femenino a Blanca Nieves 5.13c (8a+) en Las Chilcas. Revista Escalando habló con ella para conocer cómo logró esta ruta y cuáles son sus siguientes objetivos.

por: Camilo Castellanos

 “Desde febrero no le daba pegues buenos a la vía, cuando pasé de tenerla con muchísimas caídas a dejarla con solo dos”, dice Belén sobre Blanca Nieves, un 5.13c localizado en la zona del Espino, en las Chilcas. Sin embargo, tras viajes de escalada y un entrenamiento planificado, en octubre Belén se enfrentó de nuevo a esta ruta y, en un ascenso inesperado, consiguió llegar a las cadenas.

Con esto confirma su alto nivel de escalada, siendo una de las tres chilenas que ha encadenado 5.13c. Belén dice que su entrenamiento ha progresado y que ahora le ha otorgado más énfasis en la fuerza y el búlder. Su próximo objetivo, conseguir un 5.13d (8b).

 ¿Cómo fue trabajar Blanca Nieves?

¡Fue heavy! Primero porque nunca pude “trabajarla” como estoy acostumbrada a trabajar las rutas. Esto es, mantener una continuidad en los intentos a lo largo del tiempo. Blanca Nieves no se deja escalar tan fácil. Las condiciones climáticas para un buen pegue tienen que ser ideales, un día nublado pero sin mucha humedad en el ambiente hacen que la adherencia sea perfecta, pero ese tipo de días en Las Chilcas son cada vez más escasos, por lo que la mayor parte del tiempo los intentos fueron en condiciones semi ideales o derechamente terribles. Segundo, porque en Blanca Nieves viví todo el proceso de mejora en una ruta como nunca antes me había pasado. Al principio no podía pasar la sección de la travesía, después que logré pasarla no podía pasar la sección de las pinzas, después podía hacer los pasos, pero con un montón de caídas y así con el tiempo fui mejorando de a poco hasta que logré encadenarla. La verdad no sé cuántos pegues le habré dado, no creo que tantos, pero se sintió mucho porque estuvieron repartidos a lo largo de todo un año.

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Belén en Blanca Nieves. Foto:  Felipe Villegas


 

 ¿Tuviste alguna estrategia para probar la ruta?

Mi estrategia básicamente fue probar la vía cada vez que las condiciones para escalar fueran ideales. Como Las Chilcas está cada vez más tropical, los días así fueron contados, por lo que mi estrategia se redujo a escalar la ruta cuando me dejaba escalarla y, mientras tanto, darle uno que otro pegue en condiciones no tan ideales para así “entrenar” con peor adherencia.

¿Cómo fue el pegue de encadenamiento?

¡Totalmente inesperado! Desde febrero no le daba pegues buenos a la vía, donde pasé de tenerla con muchísimas caídas a dejarla con solo dos. Luego de eso pasaron los meses, viajes a escalar a Argentina y un periodo de entrenamiento full en resina guiado por Manu (Manuel Moreno) en Gimnasio El Muro. Fue recién en octubre cuando volví a enfrentarme a la ruta, logrando para mi sorpresa dejarla con una caída. En ese momento me planteé seriamente el objetivo de encadenar Blanca Nieves. Si bien sabía que una caída no significaba necesariamente que la encadenaría luego, tenía la decisión y la paciencia para trabajarla el tiempo que fuese necesario. La semana siguiente (para el fin de semana largo del 12 de octubre) fuimos con la Dani (Daniela Espinoza) a quedarnos a Las Chilcas con la intención de darle más pegues a Blanca Nieves. El imponente sol que nos recibió dio como resultado tres días nefastos de intentos. Así fue como al cuarto y último día amaneció nublado, al primer pegue del día a la ruta, sin ninguna expectativa más que calentar bien los dedos para un próximo pegue, logré pasar la sección que más me costaba. De ahí, usando todos los descansos que le encontré a la ruta, logré llegar a las cadenas. ¡No lo podía creer! Así sin más, la ruta que durante mucho tiempo vi lejana ahora era un objetivo cumplido.

 ¿Qué sección te costó más y cómo la superaste?

Definitivamente la sección que más me costó fue la de la travesía, especialmente la salida de la misma. Si bien se supone que el crux de la ruta es la secuencia de las pinzas que se encuentra casi al final, la dificultad de esa secuencia radica en que vienes con todo el cansancio acumulado de la ruta y debes aguantar esos últimos movimientos. A nivel de intensidad de movimientos, para mí, la parte de la travesía era la que más me desgastaba y me quitaba gran parte de la energía que necesitaba para el resto de la ruta. Un factor que influyó de manera determinante para lograr superar esa sección fue que ese día la adherencia de la roca era perfecta. El resto fue perseverancia y decisión al enfrentarme una vez más con esa secuencia y la determinación necesaria de afrontar el resto de la vía sabiendo que si había logrado superar la sección más difícil para mí, podía llegar hasta las cadenas.

Ya has encadenado varios 5.13, ¿ves cercana la posibilidad de un 5.13d?

¡Me tengo fe! Soy súper autoexigente en lo referente a la escalada y siempre estoy planteando objetivos que me obliguen a dar un paso más allá de lo que soy capaz. Si bien me propongo objetivos realistas y acorde a mis capacidades y habilidades, busco que sean ambiciosos y me mantengan motivada para seguir entrenando y escalando para conseguirlos. Es por esto que antes de encadenar Blanca Nieves uno de mis objetivos ya era encadenar un 5.13d, en particular se llama After Gula y se encuentra en Piedra Parada, Argentina. Es una ruta de más de 30 metros (mi especialidad) con gran parte de su dificultad concentrada en las primeras 5 cintas. Ya tuve la oportunidad de probarla en mayo de este año y, si bien fui capaz de realizar todos los movimientos por separado, no fui capaz de conectar la secuencia. Es por eso que estos meses he estado entrenando a full y a mediados de noviembre nos vamos con la Dani por un mes a Piedra Parada con la intención de encadenar la ruta.Belen 2

¿Hiciste algún entrenamiento específico para Blanca Nieves?

Creo que fue al contrario, si bien me gustaba mucho tirar Blanca Nieves ya que es una ruta preciosa, jamás me creí capaz de lograr encadenarla en el corto plazo, por lo que en febrero la usé para entrenar para el viaje que realicé a Piedra Parada en marzo. Si bien, no entrené específicamente para la ruta, como me encontraba entrenando para «After Gula» (Un 5.13d en Piedra Parada) durante estos meses logré mejorar mi fuerza y mi resistencia a este tipo de rutas, lo que se tradujo en encadenar Blanca Nieves mucho antes de lo que tenía pensado.

Sabemos que prefieres la escalada en ruta, pero ¿has tenido que entrenar búlder para llegar a este nivel de escalada?

Sí, mi relación con el búlder es completamente distinta a como era antes, ya no me frustro, he notado considerables mejorías y me entretengo mucho practicándolo (en resina únicamente, aun no incursiono en el búlder en roca). Para alcanzar este nivel de escalada la incorporación del búlder en los entrenamientos ha sido clave ya que me ayuda a mejorar todos los aspectos que se han mantenido débiles. Búlder, campus y físico han sido esenciales para mejorar mis mayores debilidades, que son la fuerza y la potencia.

 ¿Cómo acomodas el entrenamiento con tu vida laboral?

En este momento estoy trabajando pero tengo un horario muy flexible que me permite enfocarme de lleno en la escalada. Trabajo en Bajo Cero (Escuela de Montaña) y hago cursos de escalada en la misma, también estoy haciendo clases particulares de matemáticas y con la Dani vendemos unos ricos brownies veganos, ¡hechos por nosotras! Todo esto me permite manejar mis horarios y mantener la escalada como la prioridad que siempre ha sido desde que comencé a escalar.

¿Cómo ves la escalada en tu futuro, piensas profesionalizarte?

Mi futuro lo veo lleno de escalada. Si bien no busco dedicarme exclusivamente a la escalada ya que vivir de eso bastante complejo, busco poder desarrollarme profesionalmente ligada a este deporte que tanto me ha entregado. Si logro compatibilizar mi profesión (Ingeniería Comercial) con la escalada sería ideal, pero la idea de capacitarme y perfeccionarme en la enseñanza y guía de la escalada también es un objetivo que me planteo para el futuro.

¿Qué objetivos tienes ahora?

En el corto plazo me planteé tres objetivos: Encadenar Blanca Nieves (¡lo que resultó inesperada y maravillosamente bien!), encadenar «After Gula» (5.13d en Piedra Parada) para lo cual nos vamos a mediados de noviembre con la Dani y lograr encadenar, por separado en una primera instancia, todos los largos de El Último Tango (5.13b – 5 largos en La Mina) para luego evaluar la posibilidad de encadenar la ruta entera junto a la Dani. En el largo plazo mi objetivo pasa por seguir aprendiendo y mejorando como escaladora, llevando mi nivel más lejos cada vez y ampliando mi gama de posibilidades. Es por esto que me gustaría irme por un periodo a España para seguir superándome como escaladora.

Quisiera agradecer a quienes con su constante apoyo me ayudan a seguir desarrollándome como escaladora. A Mammut/Andesgear y Gimnasio El Muro por apoyarme y creer en mí, a Manuel Moreno por ser un excelente guía en los entrenamientos, a Pilar Caviedes de Buonmangiare por su apoyo en nutrición deportiva y a Bajo Cero por permitirme compatibilizar mi pasión por la escalada con la enseñanza de la misma. Por último pero no menos importante, a mi familia por el constante apoyo en el desarrollo de mi pasión y a la Dani por ser la mejor y más motivada partner que podría tener.

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