Conociendo el proyecto "Raíces" desde lo más profundo

por Francisca Undurraga J.

Este viernes se lanzará el tercer capítulo de la serie Raíces de Haka Honu. El destino retratado será Punitaqui en la Provincia de Limarí, IV Región de Coquimbo. Lugar  de un patrimonio cultural poderoso por su rica arqueología, abundancia de petroglifos y, como lo retrató el director de esta serie, Mateo Barrenengoa, “con un potencial para el búlder infinito”.

Para Barrenengoa el lugar tiene un atractivo que va más allá de la escalada “son kilómetros y kilómetros de bloques al borde del camino, creo que podría transformarse en un destino de nivel mundial algún día. Por un lado visitamos un sitio arqueológico muy interesante guiados por un experto en arqueoastronomía (estudia los conocimientos astronómicos que tenían las civilizaciones y los pueblos originarios). También pudimos compartir con una familia que vive junto a los bloques para aprender cosas de la vida simple en el campo. Las enseñanzas fueron increíbles”.

El concepto de Raíces nace con la idea de viajar por Chile descubriendo nuevos sectores y rocas para escalar pero con la principal misión de conocer los pueblos que habitaban esos sectores en la antigüedad, volver al origen.

La serie ya tiene dos capítulos al áire. El primero fue en la Araucanía, donde además de introducirse en las hermosas montañas y lograr escalar vías místicas, lograron conectarse con la espiritualidad de sus habitantes, quienes veían las montañas como algo sagrado en donde habitan los newenes, la energía y fuerza vital del pueblo Mapuche.

A continuación emprendieron rumbo al norte, específicamente a la localidad de Caspana, al norte de Calama, en la Provincia de El Loa. En ella, gracias a que “la camio del lucho” se quedó en pana, lograron encontrar unas rutas “de calidad” y difundirlas en la serie. En esta ocasión pudieron experimentar lo importante que es el agua en los valles para sus habitantes y la devoción hacia ella.

Como adelanto del tercer capítulo, el realizador y productor de la serie, Pancho Herrera, comentó que la principal  enseñanza de Punitaqui fue “la conexión de nuestras culturas con la naturaleza desde el punto de vista astrológico, social y cultural”.

Así también, aseguró que con este último capítulo podremos darnos cuenta que lo que nos enseñaron en el colegio acerca de las culturas ancestrales, deja mucho que desear.

“Diaguitas, Molles e Incas forman parte importantes de nuestro norte, en donde, en vez de ser pueblos guerreros, fueron sabios observadores de la naturaleza y unidos por sus creencias. Dioses los cuales eran casi tangibles con pruebas reales, como son la lluvia, la tierra, las estrellas y sus astros”, comenta Pancho.

Enseñanzas, cultura, energía y amor han sido solo unas de las tantas cosas que han experimentado este grupo de aventureros. Revista Escalando quiso ir más allá y conocer el «detrás de cámaras». Por qué cosas han pasado sus realizadores y su visión acerca del proyecto.

El making off de “Raíces”

El equipo es integrado por su director Mateo Barrenengoa, los realizadores y productores Pancho Herrera y Carlos Lastra y el escalador Lucho Birkner. En cada viaje han ido acompañados de algún familiar y amigos cercanos.

Todos los recorridos los han hecho en el mismo vehículo, una Nissan Terrano 4×4, “la camio del lucho”, que según relataron “nadie sabe cómo ha logrado sobrevivir”. Pero les ha permitido vivir en cada lugar una experiencia totalmente distinta y enriquecedora.

“Los lugares han sido escogidos en conjunto, en general buscamos zonas con un buen potencial de roca pero sobre todo con mucha riqueza cultural y natural” retrató Mateo.

Han acampado en los mismos lugares donde han escalado (menos en la Araucanía). “esto hace que realmente nos concentremos en lo estamos haciendo y tratemos de retratar su esencia”, comentó el Pancho.

Al ser lugares en los que no se ha escalado antes, son ellos los que deben equipar las rutas. “El proceso de equipar no es fácil, pero con un personaje como el Lucho en el equipo todo se facilita, todos opinamos, observamos, buscamos los ángulos y tratamos de ser lo más sinceros posibles para así poder enfrentar bien los desafíos que nos pone la roca”, enfatizó Herrera.

Para el equipo las mayores dificultades han sido llegar a los lugares. Un ejemplo de esto fue cuando fueron a Caspana. Pensaron que era el apogeo de las escalada tradicional y al llegar se dieron cuenta que había mucha roca pero no de la calidad que andaban buscando. Sin embargo, la perseverancia tiene su premio. El hecho que se hayan quedado en pana por un par de días, les dio la opción de buscar con más detalles y encontrar fisuras de calidad, que terminaron siendo parte muy importante del segundo capítulo.

El enfoque detrás de las cámaras

Mateo, Pancho y Carlos son quienes retratan todos estos momentos a través de sus cámaras montadas en mini grúas, sliders o aseguradas a su cuerpo con cintas y mosquetones.

Ellos tratan de conservar el formato de “documental” pero sin perder la belleza escénica que se consigue a través del lente. Mateo, el más madrugador, se encarga de los animales que aparecen en las primeras horas de la mañana entre otras tomas principales. Pancho y Carlos están más enfocados en los detalles y timelapses.

En cuanto al enfoque de la serie Pancho reconoció que “tratamos de descubrir quiénes son los que habitan el lugar donde vamos, a quiénes vemos, quiénes quieren compartir con nosotros ya que para muchos somos unos locos. Llegamos a los lugares rurales en donde la gente vive realmente simple, de la tierra , de sus trabajos, de su familia. Es ahí cuando quieren saber qué hacen estos 5 hippies acampando en la mitad de la nada en busca de rocas para poder escalar. En ese momento es donde se forma un interacción muy linda con los locales ya que conocen un lado distinto de convivir con el ambiente”.

La diferencia en la forma que capturan audiovisualmente cada lugar depende de la interacción que se vaya dando con el espacio y sus habitantes. Siempre tratan de ser respetuosos y conscientes para plasmar una historia que  permita crear consciencia del legado y valor intangible de la cultura Chilena. Ese es el rescate más importante que quieren dejar a través de la serie. Un registro de lo que la mayoría de la gente no ve, enfocándose en la riqueza espiritual de la vida en conexión con la tierra.

Conocer nuestra cultura, nuestra gente

Para Mateo, “la experiencia de conocer estas culturas ha sido lo más gratificante. Sin duda hay muchas diferencias entre ellas, en el norte encontramos un pueblo bastante cerrado y difícil de entrevistar o conversar mientras que en la Araucanía se dio de manera más natural, pero de cualquier forma todas han sido experiencias muy hermosas”.

Además, el director de la serie recalcó que su principal aprendizaje ha sido que “la sabiduría está en todas en todas partes, que no hace falta viajar a los lugares más increíbles porque donde estés puedes conocer gente profundamente sabia y aprender de ellos. Hemos aprendido mucho de los abuelos que nos muestran el camino para  cuidar nuestras montañas y naturaleza. Creo que cuando te lo dice alguien que ha pasado el 100% de sus días en las montañas ese mensaje viene con una carga muy especial”.

Para Pancho, el factor común de los tres lugares que han recorrido es la devoción de sus habitantes por la tierra. “Desde el atacameño al mapuche lo que los une es simplemente el ser protectores de su vida simple, de su huerto, sus animales y sus hogares. No se preocupan de las banalidades de nosotros, y eso los hace millonarios de espíritu. En estos días es una riqueza mirada con cara de pobreza para las mentes que piensan en la posesión en vez de la comunión”.

“Siempre nos dijeron que la escalada había partido en Europa, pero cabros… ¡nuestros ancestros iban al cerro mucho antes! Es cosa de dar el ejemplo del mismo cerro El Plomo en donde los incas dejaron al niño momificado que trajeron desde Perú, en el Apu Inca más austral del mundo, a 5000 msnm. ¿Se imaginan lo que sería subir El Plomo hace más de 500 años?, Yo lo trato de hacer y realmente me llena fuerza y coraje saber que los tatitas subían los cerros descalzos o con pieles, no con gorotex y pluma como ahora”, reflexionó Herrera.

 Viajar, escalar y conocer

Este grupo de escaladores ha sido uno de los pocos que, auspiciados por una marca, han logrado viajar, escalar, conocer y retratar diferentes sectores de Chile.

“Sin duda ha sido una experiencia muy enriquecedora y afortunada, muchas veces que nos encontramos en los viajes comentamos lo afortunados que somos. Al mismo tiempo creo que la gente valora la forma en que mostramos la naturaleza y la cultura de nuestro país respaldada por las imágenes de escalada, es por eso que podemos continuar cumpliendo este sueño”, recalcó el director de Raíces.

Complementando a Mateo, el realizador audiovisual comentó que encontrar nuevos lugares de escalada ha sido algo increíble.

“El hecho de saber que a lo mejor eres el primer personaje en empotrar o ñapear esa regleta no tienes como ponerlo en palabras. No es algo que parta del ego por ser el primero sino más aun, un sentimiento de pureza en lo que estás haciendo. Siento q estamos aportando con un granito de arena a que la gente se sienta más identificada con Chile. Que nos demos cuenta de nuestras riquezas, el crear consciencia de que ya no hay que mirar tanto para fuera para poder ir a escalar, sino que hay que mirar más adentro para explorar y salir a buscar”, concluyó el Pancho.

Este viernes 4 los dejamos invitados a todos para no perderse el estreno del 3er capítulo de Raíces.