Entrevista a Tiffany Hensley

Tiffany Hensley. Foto: Madrock

Tiffany Hensley. Foto: Madrock

Por Camilo Castellanos

“Me mudé a vivir a una van porque necesitaba un gran cambio en mi vida, era algo que buscaba desde que tenía 14 años cuando me di cuenta que quería ser una escaladora profesional”, dice Tiffany Hensley. Por 6 meses, esta escaladora estadounidense viajó junto a su perro Tashtego recorriendo 30 estados de Estados Unidos y más de 20 zonas de escalada, un estilo de vida sencillo que le entregó varias enseñanzas para su vida.

Hensley, como pocos escaladores en la actualidad, ha mezclado el entrenamiento fuerte con la escalada de competencias y el estilo de vida de trotamundos. “Desde que empecé a escalar, a la edad de 7, mi vida se equilibra entre la libertad de la escalada y la riqueza del aprendizaje. Cuando las dos partes se han desarrollado completamente, las sostengo mientras cuelgan en los extremos de un palo y camino por una fina línea por encima del mundo…”, escribió en su blog.

Esta escaladora ha competido por más de una década en campeonatos internacionales y ha conseguido galardones como el primer lugar en el Campeonato Continental de América del Norte. Ahora, prefiere una vida más modesta y dedica gran parte de su tiempo a promover organizaciones filantrópicas como “Escaladores contra el cáncer”, “Access Fund” y, más recientemente, “Escalando Fronteras”, una iniciativa que la hizo viajar a Monterrey México y que busca sacar a los jóvenes de los carteles de droga y la violencia a través de la escalada.

Tiffany, su perro y la van donde vivió por 6 meses. Foto: Greenz productions Dane Tash

Tiffany, su perro y la van donde vivió por 6 meses. Foto: Greenz productions Dane Tash

¿Cómo te gusta que sea tu escalada?

Cuando estoy envuelta en el flujo del movimiento, cuando no pienso en nada que no sea el siguiente paso. Este es un lugar difícil de alcanzar y se siente como la mediación, ya que la escalada puede comprimir el pensamiento en un solo enfoque, en un solo movimiento duro. Sin embargo, a medida que exploro el deporte parece expandirse hacia afuera, como una serie de fotos de los quark en el universo. He encontrado mayores perspectivas cuando me enfrento a proyectos más grandes, algunos que incluyen más elementos que solo la escalada y también se relacionan con la gente.

¿Cómo fue la experiencia de vivir en una van por varios meses?

Increíble. Es realmente difícil de entender la vida en una van si nunca se ha vivido en un espacio pequeño antes. Se siente como si el mundo se hiciera más grande, porque pasas mucho tiempo por fuera de tu “espacio controlado” y de tu zona de confort.

Viajar, además, te abre la mente a una perspectiva llena de nuevas posibilidades y nuevos recursos, porque siempre hay que estar resolviendo problemas en el momento y tomar decisiones sobre lo que cabe en tu vida. Viajar y ver diferentes organizaciones en ciudades muy diferentes, con culturas diferentes –como Canadá y México- abrieron mis ojos a verdades universales sobre el poder de las comunidades y el empoderamiento individual.

El interior de la van. Foto: Tiffany Hensley.com

El interior de la van donde vivió Tiffany. Foto: Tiffany Hensley.com

¿Qué crees que es lo más importante de viajar y escalar?

La educación. La educación no está en los libros de texto, está en ver y creer, vivir y experimentar, explorar con las manos y comer con los ojos. La escalada te entrega el viaje y tiene extremos opuestos del yen, por la locura competitiva de la proximidad urbana. Creo que hay muchos deportes en los que podemos explorar diferentes disciplinas y mantenernos protegidos. La escalada no es parte de estos deportes.

Tiffany compitiendo Foto: Aaron Colussi Photography

Tiffany compitiendo Foto: Aaron Colussi Photography

¿Qué es lo que más te gusta de las competencias de escalada?

La dedicación. Desde 1998 cuando comencé a competir he aprendido a dedicarme y que somos más fuertes cuando compartimos el esfuerzo con otros, incluso con los que competimos. Creo que es la mejor forma de canalizar nuestra motivación, romper nuestras limitaciones y superarnos.

¿Qué proyectos tienes ahora?

Mis proyectos cambiaron recientemente de metas a corto plazo a metas a largo plazo, especialmente por los estudios, lesiones y ocupaciones. En agosto me rompí el tobillo y siete meses después estoy aprendiendo a encontrar proyectos significativos que sustituyan los grados altos.

Actualmente estoy trabajando mucho, porque me encanta trabajar para Mad Rock y en la industria de la escalada cuando no estoy viajando. También tengo un segundo trabajo para pagar las deudas y ahorrar plata para mis próximos viajes. Sin embargo, mi mayor proyecto en este momento es Escalando Fronteras, con los cuales estoy trabajando con un equipo que busca ayudar a jóvenes en riesgo para crear una comunidad de apoyo en los barrios más vulnerables, comenzando en México. A pesar de que estoy entrenando para volver a las Copas del Mundo algún día, este es un proyecto que significa mucho para mí y parte de lo que busca es llevar a algunos de estos jóvenes a las competencias de deportes extremos como la escalada en roca.

 

Tiffany con el grupo de Escalando Fronteras. Foto: Facebook Tiffany Hensley

Tiffany con el grupo de Escalando Fronteras. Foto: Facebook Tiffany Hensley

¿Cómo es trabajar como voluntaria en Escalando Fronteras?

Es muy genuino, es una experiencia que te cambia la vida; como trabajadores en “Banker to the Poor” (libro sobre la batalla contra la pobreza), la directora local, la doctora Nadia Vázquez nos llevó por los diferentes barrios en nuestra primera visita para que viéramos el mundo desde la perspectiva de los niños.

Pasar tiempo con los niños lleva a los voluntarios a su mundo, a ver la turbulencia emocional, sus frustraciones. Te hace consciente de ti mismo y sobre lo que sabes y lo que no. Estos niños siempre están motivados por hacer cosas y hacen que nos mantengamos con los pies en la tierra.

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¿Qué crees que es lo más importante de trabajar con los niños?

Para mí, lo más importante es solo estar ahí, como mentor. No importa quienes somos ni a dónde vamos –podríamos ser corredores o ciclistas- solo que estemos con ellos. Nosotros les conversamos, los oímos, los guiamos y estamos para ofrecerles diferentes perspectivas del mundo para que puedan salir de las influencias en las que se encuentran.

¿Crees que el proyecto ha salvado a los niños de involucrarse con los carteles de droga?

No hay duda de que Escalando Fronteras hace una diferencia en los niños cada vez que salen al mundo exterior. Desde la primera visita sus comportamientos cambian: su conciencia física crece, su actitud hacia los mentores es un poco más abierta. He enseñado escalada por ocho años a niños, adultos, principiantes, atletas competitivos y he aprendido como estudiante de profesores asombrosos, y he visto que cada sesión de escalada ayuda a formar carácter, fortaleza y conciencia de uno mismo, porque escalar es un canal para la recreación, solución de problemas y autoexpresión. Aunque no haya ningún profesor con ellos, los estudiantes necesitan aprender de manera independiente adaptándose a cada movimiento, cada problema y cada estilo.

¿Qué aspectos de la escalada crees que son los que más ayudan a desarrollar habilidades personales?

La escalada les ayuda a darse cuenta que pueden cambiar, que el mundo puede cambiar y que ellos pueden cambiar con el mundo aprendiendo sobre ellos mismo.

¿Crees que el programa puede realizarse en otros países?

Fácilmente, visité un programa como este en Vancouver, Canadá, que funcionó particularmente bien llamado Climb’N’Conquer y estaba bien dirigido por un líder de la comunidad llamado Joseph Smith. Con el uso de cualquier facilidad e incluso al aire libre (como CEU Centro de Escalada Urbana en Brasil) cualquiera puede ser introducido al deporte y cambiar a través de los desafíos físicos, el sentimiento de comunidad y una perspectiva imborrable del mundo visto desde arriba.

¿Cuál es la importancia de que escaladores famosos participen en este proyecto?

El mensaje: no se rindan nunca. Esta es una prueba de que pueden ser lo que sueñan.

Los escaladores famosos son solo parte del programa, porque los voluntarios son la fuerza de trabajo y los recursos de parte de donadores mantienen al programa funcionando como una maquina filantrópica. De hecho, todos los que participan entregan algo de ellos mismos a la misión que es totalmente desinteresada y loable.

La parte de los escaladores famosos en particular es que ellos son ejemplos de dedicación, son héroes y modelos a seguir. Seguimos sus pasos en nuestros sueños; cuando nos esforzamos al máximo estamos pensando en nuestros héroes. Cuando necesitamos inspiración, cuando comenzamos a fallar, pensamos en qué habrían hecho nuestros héroes en esa situación.

Mi inspiración fue Chris Sharma y verlo en el gimnasio de escalada al que yo iba yendo regularmente me dio un ejemplo a seguir, en el sentido de que alguien de un gimnasio chico de un pueblo, un joven como yo, podía ser el mejor del mundo.

Pro Climbers International fue fundada en base a esto, en base a que los logros de los atletas pueden impactar e inspirar a la gente con solo aparecer en persona, y funciona. Si un niño oye que alguien es increíble y después lo conoce es una experiencia que les cambia la vida.

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