Reutilización de espacios urbanos en la escalada

 

 por Francisca Undurraga J.

Hoy podemos ver la escalada como un “fenómeno deportivo”. Es una disciplina que  te envuelve, atrapa y hace romper tus propios límites. La escalada tiene “un algo” inexplicable que en el minuto de entrar en su mundo, ya no la puedes dejar más. Lo interesante de esta singularidad es que el escalador a través de los años ha ido encontrando diferentes modalidades a la práctica de este deporte.

La roca ha sido el  principal escenario de esta disciplina, sin embargo, hay quienes la han integrado dentro de los espacios urbanos. Ya no es raro ver videos de escaladores famosos escalando monumentos, edificios, o diversos tipos de estructuras.

 

Es cada vez más común la realización de campeonatos en función a este concepto. Ejemplos de eventos consagrados son el Festival de escalada urbana en Sondrio, Italia (este año fue su sexta edición) o el mismo Red Bull Creepers que se volverá a realizar en junio de este año, donde los mejores escaladores competirán en el emblemático Puente la Reina, en España.

Así también, la integración de espacios urbanos a la escalada, no se queda solo en que los deportistas escojan lugares cotidianos para escalar, también existe la reutilización de  espacios abandonados o sin uso para efectuar este deporte.

Lo podemos ver por ejemplo en Suiza en el  embalse del Lago de Luzzone ubicado en los Alpes.  La gran pared de hormigón de 181 metros que mantiene al lago, ha sido ocupada como el muro de escalada artificial más alto del mundo, en el que puedes tardar en subir entre dos a tres horas.

También se retrata en el parque más largo y antiguo de Washington,  Marymoor  Park, en donde ha sido adaptado para la realización de actividades deportivas como la escalada, ocupando infraestructura existente para  las diferentes disciplinas deportivas.

¿Cuál es la importancia de reutilizar espacios urbanos en función al deporte?

Para la arquitecta y deportista de alto rendimiento, María Paz Palacios, los espacios residuales en términos urbanos, principalmente, son lugares inhabitados, de desconfianza, focos de delincuencia y malos hábitos dentro de la ciudad. Reutilizarlos no solo tiene que ver con generar espacios públicos, sino que también  con  armar una comunidad entre la gente que vive en el sector. Se crea un espacio donde habitar, compartir y estar. Pasa de ser un lugar sin uso a uno tuyo y de tus vecinos.

Es así como reutilizar una infraestructura en desuso, aumenta la plusvalía del sector, disminuye el índice de inseguridad, aumenta la calidad de vida de las personas y genera un gran sentido de apropiación de la ciudad.

En cuanto a convertirlos en lugares deportivos o en centros de escalada, Palacios recalcó que es una excelente iniciativa. Esto porque  “el deporte en sí mismo es una actividad que aumenta la calidad de vida, la salud y disminuye el sedentarismo. Favorece el esparcimiento y el trabajo en grupo o comunidad. Al establecer un lugar donde practicarlo, se facilita la realización de éste y le aporta identidad a la comuna”.

¿Cómo se han utilizado  espacios urbanos para la escalada en Chile?

Nuestro país no se ha quedado atrás en el concepto de escalada urbana. Ya hemos visto a exponentes nacionales trepando diferentes estructuras. Frescas están las imágenes de Lucas Gaona y Facundo langbehn en ciudad empresarial, por ejemplo, o los ensayos fotográficos desarrollados por Revista Escalando para su serie Fanáticos.

Otro ejemplo es el proyecto de Nunatak TV en conjunto con la comunidad de escaladores de Valparaíso, quienes realizarán una serie de street boúlder en sectores patrimoniales típicos de la ciudad.

En cuanto a proyectos de reutilización de los espacios en desuso, existen dos iniciativas que valen la pena destacar.

Silos Parque los Reyes, Santiago

 

Hace un año,  fue inaugurado  “Los Silos Parque de Escalada”, a manos de la Fundación Deporte Libre. Esta iniciativa logró recuperar  2 columnas de cemento de más de 20 metros que se encontraban abandonadas, reutilizándolas como un gimnasio de escalada en el exterior.

Desde sus inicios este proyecto ha tenido como fin, según mencionó uno de sus gestores y arquitecto, Miguel Anabalón, la inclusión social. “Quisimos generar un espacio deportivo, recreativo y familiar. Así también disminuir la delincuencia y resolver problemáticas sociales a través de la actividad deportiva”.

Para Anabalón el uso de la infraestructura es muy importante y recalcó que si bien la esencia de la escalada viene ligada a la naturaleza, estos espacios ayudan a que más jóvenes se integren al deporte.

Otro proyecto que comenzaron el año pasado fue la reutilización de un silo dentro del complejo deportivo Águila Sur en Pirque. La segunda etapa se efectuará este año, construyendo un Boúlder en el mismo lugar.

Como actividad futura, Deporte Libre se está coordinando con la municipalidad de la isla Juan Fernández, para crear espacios de escalada dentro del archipiélago.

Tornamesa Barón, Valparaíso

 

El proyecto Tornamesa, nace hace tres años atrás por el interés de Miguel y Jaime Arestegui y Héctor Gonzalez  de dar a conocer la escalada, sus valores,el respeto a la naturaleza y la importancia de la cordada.

Para esto rescataron un hito urbano patrimonial de la ciudad, la Antigua Maestranza de Trenes de Ferrocarriles del Estado, más conocida como Tornamesa Barón y la convirtieron en un gimnasio de escalada.

“En el tiempo que llevamos funcionando, hemos trabajado con distintas instituciones con el propósito de hacer más accesible la escalada, entendiéndola también como un deporte que entrega herramientas terapéuticas para la rehabilitación de niños y jóvenes en riesgo social”, aseguró el impulsor del proyecto Héctor González.

Es así como han logrado trabajar junto a diferentes organizaciones sociales como la Fundación para la Superación de la Pobreza, Belén Ayuda, Valpo Surf Proyect, ONG Paicabi y Centro de Rehabilitación Clotario Blest, entre otras.

En mayo comenzarán a trabajar con el Centro Victor Jara, en un programa de reparación en explotación y comercio sexual infantil y adolescente.

Ya sea a través del rescate de estructuras en desuso o la reinterpretación del espacio en la ciudad, la escalada urbana se ha transformado en un vehículo que permite acercar el deporte a la comunidad y desarrollar iniciativas que aporten soluciones alternativas al progreso social.