¿Qué está pasando en el Everest?
La muerte de 16 sherpas el pasado 18 de abril llevó a que esta comunidad exigiera reformas y derechos al Gobierno nepalí, realizando un paro en las actividades de la montaña. Esto hizo que la mayor parte de las expediciones se retiraran. Muchos cuestionamientos se generaron sobre la forma de realizar ascensos y se ha llegado a pensar que el mayor accidente en la historia del Everest pudo haber sido evitado y que necesariamente va a cambiar la forma de escalar la cumbre más alta del mundo.
En mayo de 2012, la compañía Himalaya Experience, una de las más importantes en el Everest, retiró a su expedición de la montaña. Esta decisión sorprendió al mundo del montañismo y disgustó a muchas personas, entre ellas a sus mismos clientes quienes habían pagados miles de dólares para poder llegar a la cumbre. Russell Brice, su dueño, terminó la temporada de su equipo por un bloque gigante de hielo de 300 metros, que colgaba de la pared y amenazaba con caer sobre los montañistas en la cara oeste del Everest.
Las críticas a Brice también fueron de otras expediciones, las cuales dijeron que estaba sobre reaccionando. Sin embargo, el montañista prefirió no arriesgar a su expedición, ya que los clientes demoraban más de 40 minutos en pasar bajo este serac que podría arrazar con todo a su paso.
El bloque cayó el pasado 18 de abril y se llevó consigo a 16 sherpas que trabajaban en las rutas para sus expediciones. “Una pared de hielo, del tamaño de una casa, vino directamente hacia nosotros y muchos murieron al mismo tiempo. No hubo hacia donde escapar. Si hubiera habido un espacio libre hubiéramos podido botar nuestra carga y salir corriendo, pero había nieve suelta alrededor nuestro que podría haber caído si nos parábamos sobre esta. Estábamos indefensos”, dijo Kaji Sherpa de 39 años a The New York Times.
Kaji esperó cuatro horas a que llegara la ayuda mientras oía los gritos de personas agonizando. “Los brazos y piernas de los escaladores estaban esparcidos alrededor de la avalancha”, señaló Kaji. Eso pudo ver cuando lo estaban sacando del mar de nieve que cubrió la zona. Este manto blanco también estaba compuesto por gigantescos bloques de hielo, tan pesados y duros como la roca.
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Ninguna expedición a la cumbre del Everest ha sido organizada por sherpas. Estos siempre son contratados en trabajos de carga y como guías, pero no se les ha entregado las bases para poder encargarse de un ascenso con clientes.
La contratación de sherpas para ayudar a las expediciones en el Everest se ha justificado en parte como una ayuda a esta comunidad generando un ingreso económico. Esto ha permitido que muchos de sus hijos puedan ir a la escuela en Kadmandú y que las comunidades hayan podido sobrevivir en un mundo globalizado. Los sherpas pueden ganar hasta 8.000 dólares por temporada, lo cual es 10 veces más que el salario promedio de Nepal.
Sin embargo, los sherpas son los que más peligros corren en los ascensos al Everest. No reciben casi oxígeno en sus ascensos, deben cargar más peso que un montañista común, no reciben drogas para el mal de altura (como muchos de los montañistas) y además están encargados de colocar las cuerdas fijas, lo cual de por sí es un riesgo y más si se está realizando en altura. Este último factor hace que los sherpas deban estar más tiempo en los lugares peligrosos como la Cascada de Hielo del Khumbu, donde ocurrió la avalancha.
Si un sherpa muere, el seguro le entrega en el mejor de los casos alrededor de 10.500 dólares a la familia. “Hay que entender que solo algunas compañías van a pagar el mejor seguro”, explica el argentino Willie Benegas, de Expediciones Benegas Brothers, a The Alpinist sobre esta avalancha, recalcando que algunas aseguradoras puede que no paguen nada.
El Gobierno nepalí entregó 400 dólares como bono por desastres naturales a cada familia de los fallecidos. Esto los enfureció e hizo que se generara un paro de los sherpas en el Everest hasta que se oyera una lista de demandas que, entre otros factores, incluían 10.000 dólares para las familias en caso de muerte, un seguro médico, mejorar las condiciones de trabajo, entregar ayuda de helicópteros a pesar de que el seguro no lo cubra y la creación de un memorial, entre varias más.
«La escalada del Himalaya es un juego peligroso y ningún grupo lleva esta carga más que el sherpa de Nepal. Para almacenar los campamentos de altura con los alimentos, el combustible y el oxígeno el sherpa hará múltiples llevadas a través de la cascada de hielo del Khumbu exponiéndose al peligro», escribió Conrad Anker en su Facebook después de la avalancha.
El Gobierno nepalí se ha comprometido a ayudar a los sherpas afectados, entregó el dinero de compensación y además aseguró educación gratis para los hijos de los fallecidos. Sin embargo, muchos exigen un cambio más profundo en la forma de escalar el Everest.
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No hay información clara sobre si la temporada sigue oficialmente abierta, diversos medios, entre ellos The Alpinist, publicaron el 24 de abril, que el gobierno nepalí no había cerrado la temporada y que llamaba a las expediciones a continuar su ascenso. “El ministerio urge a continuar las actividades de expedición a todos los líderes y miembros y pide a las agencias fijar las cuerdas y escaleras. Escaladores de apoyo van a ayudar a las expediciones”, dice la carta realizada por el ministerio de Turismo.
A pesar de esto, la mayoría de los sherpas y expediciones se han retirado de la montaña y hasta el momento nadie ha cruzado la cascada de hielo.
La expedición chilena que se encontraba en la montaña envió el 28 de abril a través de The North Face este mensaje: “Lamentablemente nuestra aventura de escalar el Everest, en esta oportunidad, ha llegado a su fin. El gobierno Nepalés anunció oficialmente que la temporada 2014 de ascenso al Everest está cerrada. La razón principal es que los sherpas decidieron no subir el cerro esta temporada en respeto de sus amigos fallecidos la semana pasada. Ciertamente, la decisión del pueblo sherpa es entendible y compartida, aunque eso haya significado que no pudiésemos subir.
Con todo, nuestra expedición ha comenzado a levantar el campo base e iniciar el retorno a Chile. Fuimos una de las últimas expediciones en decidir retirarnos del cerro; nos aferramos a una pequeña posibilidad de que el cerro pudiese ser reabierto, cosa que lamentablemente no ocurrió.
En los días previos la gran mayoría de las expediciones grandes ya habían decidido retirarse del cerro. Es una pena y gran frustración no haber podido subir. No obstante, la experiencia fue fantástica y como grupo lo pasamos muy bien, como siempre.
Ya habrá tiempo de pensar si volvemos al Everest en algunos años más. Les envío un gran abrazo y agradezco toda la preocupación y el apoyo que me expresaron durante esta aventura.»
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Las soluciones para la seguridad en el Everest han generado discusiones en los medios de todo el planeta. Una de las medidas de las que se ha hablado es el posible uso de helicópteros para llevar materiales a los campamentos de altura y así evitar que los sherpas tengan que realizar este recorrido con mucha carga y varias veces, sin embargo por el momento no ha habido una propuesta explícita por parte de las autoridades.
Por su parte, reconocidos montañistas hablan de no permitir el uso de oxígeno suplementario para subir el Everest y que así solo alpinistas con mucha experiencia puedan hacer la cumbre.
Fuentes: New Yorker, The New York Times, The Alpinist, Desnivel.