Segunda ascensión al Monte Sarmiento y primera invernal

El chileno Camilo Rada y la argentina Natalia Martínez consiguieron la cumbre Monte Sarmiento (2.207m) en el invierno de 2013. Esta escalada se dio en el marco de una expedición multidisciplinaria que incluyó fines científicos y que los llevó a la cotizada cima de esta montaña localizada en Tierra del Fuego, que se le ha escapado de las manos a una gran cantidad de expediciones.

Estos escaladores consiguieron la cumbre más alta de esta montaña abriendo la ruta “Suerte de Sarmiento” (400 m, D+.)

“Ocho largos de una escalada muy linda en un hielo precioso rodeado por un entorno que era casi como estar en otro planeta…las mejores condiciones que uno puede pedir”, dice Camilo Rada sobre el ascenso invernal al Monte Sarmiento. Unas palabras que tal vez nunca se pensó que alguien pudiera decir sobre esta montaña mítica que solo ha dado el privilegio de su cumbre a dos expediciones desde 1956, cuando tuvo su primer ascenso a manos de Clemente Maffei y Carlo Mauri. Tuvieron que pasar 57 años para que alguien volviera a su cima.

Más de veinte expediciones han intentado conseguir la cumbre del Monte Sarmiento sin éxito, sufriendo en su mayoría, por las inclemencias del tiempo patagónico. Tres lograron realizar la cumbre de la cara oeste que es menos elevada: el grupo italiano Ragni di Lecco en 1986, luego John Roskelley, Tim Macartney-Snape y Stephen Venables en 1995 y Robert Jasper, Jörn Heller y Ralf Gantzhorn en 2010. Sin embargo los datos sobre estas expediciones, en especial la de 1986, no son muy claros y han generado una polémica expresada en medios como The Alpinist.

Los chilenos Camilo Rada e Inés Dussaillant junto a la argentina Natalia Martínez, se embarcaron en busca de alcanzar el punto más alto de esta montaña blanca que sobresale en la tierra del fuego.

La aventura marcó toda esta expedición: llegar en bote a una porción del planeta virgen, donde la civilización no ha llegado, no es bienvenida, y donde la naturaleza y en especial el clima tienen el control. Debieron cruzar bosques bañados de nieve para llegar al glaciar donde los vientos característicos de la zona los botaban al suelo y sacaban volando sus mochilas con 30 kilos de peso.

El 24 de agosto de 2012, Camilo Rada y Natalia Martínez consiguieron llegar a la cima, con el apoyo de Inés Dussaillant que se quedó en el campamento. Hablamos con los protagonistas de esta expedición que nos contaron los pormenores de esta escalada en el fin del mundo.

¿Cómo se sintieron de haber logrado el segundo ascenso al Monte Sarmiento?

Natalia: Bueno… creo que todavía no logramos darnos cuenta de lo que hicimos. Al recorrer la historia de esta montaña a través de los relatos del curita de De Agostini y las diferentes expediciones de todo el globo que vinieron a este confín de la tierra, expresando en cada experiencia las duras condiciones climáticas, la tecnicidad del cerro y un sin fin de situaciones que les pasaron, uno tiende a mirar el objetivo desde una óptica más reservada. Sin embargo, al llegar allá, el Monte se mostró cuando lo necesitábamos y eso hizo que todo fuera más fácil y disfrutable.

¿Qué dificultades encontraron en la logística?

Inés: Lo más complicado fue el llegar a la base del Monte. El clima nos hizo esperar una semana en Punta Arenas antes de zarpar y algunas complicaciones en el velero nos demoraron dos días en llegar a la base. Una vez ahí solo quedaba seguir la ruta propuesta que se nos hizo bastante fácil, pues nuestro amigo Cristián Donoso había estado ahí mismo unas semanas antes y nos había dejado los way points que siguió él para montarse al cerro, incluyendo los lugares por los que había encontrado grietas en el glaciar. Como montañistas que somos, lo que tenía que ver con el mar fue más complicado. ¡Todos sufrimos mareos en el barco! Más que nada el acceso y el clima son los factores que pueden complicar la logística de esa zona.

“Durante los porteos el tiempo Patagónico no dio tregua. Forzamos el avance en medio de fuertes vientos que frecuentemente nos derribaban, pero una cueva en el hielo nos permitió capear los peores momentos.”

¿Cuáles fueron las principales dificultades que encontraron en este ascenso?

Natalia:Si hablamos de la aproximación, la mayor dificultad fue el compañero inseparable de estos parajes que es el viento y las bajas temperaturas. Este señor hace que el plan que tenías en mente se vea modificado. Desde caerme como una ficha de dominó al suelo unas 10 veces, perder un esquí, enfriarme los dedos de los pies, la escasa o nula visibilidad, armar una cueva de nieve en vez de dormir estirados en una carpa y un par de perlitas más que hacen al encanto del camino.

Ya en la pared, el crux fue la rimaya que separaba la línea directa hacia la cumbre, ahí demoramos bastante. Hubo que limpiar mucho la pared para conseguir buen hielo y como tenía un pequeño extraplomo, eso lo hizo más lento aún. Luego, al esconderse el sol, súbitamente el hermoso calor corporal que veníamos sudando se transformó en un tiritón constante. Y lo último sería el haber llegado de noche a la cumbre, no fue una dificultad, pero nos dejó un poquitín frustrados por no poder ver desde allá arriba los horizontes infinitos.

Solo llegar a Monte Sarmiento es una expedición, ¿cómo te preparas para este tipo de escaladas?

Natalia: Tratando de comer la mayor cantidad de asado posible y tomar buenos vinitos jajaja Poniéndonos serios, la realidad es que cuando nos planteamos un objetivo de estas características tiendes a visualizarlo en tu cabeza primero. No somos personas que nos llame la atención entrenar, pero sí salimos al cerro mucho y eso es parte de nuestro «entrenamiento». Nos gusta estar en la montaña con los amigos y ser parte del entorno, sintiéndolo.

Como alpinista, ¿esperabas conseguir esta cumbre que se le ha escapado a tantos otros?

Camilo: No, no lo esperaba. Pero siempre mi filosofía ha sido que «hay que estar ahí» hay que intentarlo. Y la verdad las satisfacciones más grandes vienen de los desafíos que enfrentas dándolos por perdidos, a los que vas para ver qué pasa, hasta dónde llego, pero el tema es siempre ponerlo todo en el juego.

“Poco después de la media noche del 24 de agosto nos despertamos, bajo un cielo lleno de estrellas y una luna que definía con claridad cada pliegue de la montaña. Ansiosos ascendimos con los esquíes para recibir el amanecer en la rimaya que era el primer gran obstáculo técnico, ofreciendo en su punto más débil una pared de 5 metros de hielo extraplomado. Una vez superada todo tomó un cariz distinto: sobre nosotros una línea de ensueño… excelente hielo que se proyectaba verticalmente hacia la cumbre, con el sol iluminando exuberantes hongos de escarcha que brotaban salvajemente en cada rincón. La cuerda comenzó a fluir al ritmo de los piolets y el tintineante compás de los tornillos de hielo.”

Esta escalada causó revuelo en diferentes medios mundiales, ¿cuándo cayeron en cuenta de la magnitud de conseguir esta cumbre?

Camilo: Sabíamos que era un desafío mayúsculo, pero la verdad no esperábamos tanta atención de los medios especializados internacionales, nos sorprendió como nos llegaban solicitudes de información de todas partes del mundo. Pero hay que decir que esto no es mérito nuestro en absoluto, sino de todos aquellos que han ido a jugarse sus sueños al Monte Sarmiento y vuelven a su tierra contando la aventura.

“La ruta escogida era una apuesta, pues estaba bloqueada por tenebrosos hongos de hielo, lo que esperábamos salvar a través de un canalón que creíamos existía basándonos en las sombras que veíamos en las fotos. Cada metro que ganábamos en la obscuridad sin encontrar la anhelada salida, socavaba nuestra fe y comenzábamos a temer que la clave de la ruta existiera solo en nuestra imaginación. Pero de pronto… crampón, crampón, piolet, piolet y a la siguiente mirada estaba allí, un túnel de viento que suavemente conducía a las pendientes superiores y a la cumbre, que no había sido visitada en más de 57 años. El momento fue mágico y dominado por el viento: amo soberano de estas alturas. Eran las 22:45 del 24 de Agosto de 2012 y una luna anaranjada se alzaba lentamente sobre el horizonte pasando a ser testigo de nuestra profunda alegría.”

La expedición científica

La escalada del Monte Sarmiento fue parte del proyecto Uncharted que busca explorar las zonas menos visitadas y extremas de la Patagonia para aportar con los mapas e información sobre estos lugares y las exploraciones que se han hecho. Esto implica la participación en terreno para la recolección de los datos junto a investigaciones previas.

¿Por qué ir al Monte Sarmiento?

Natalia: Nosotros hace unos años que estamos trabajando en un proyecto llamado Uncharted, en el cual recuperamos información, historias y relatos. Plasmamos esta información en un mapa de excelentísima calidad, de distribución gratuita, y en esta etapa estábamos trabajando en la Cordillera de Darwin, ya con miras a ir a terreno.

Ahí es cuando conocimos a Gonzalo Campos quien venía gestando una idea de realizar una expedición multidisciplinaria en la zona del Sarmiento que la denominó CORDARWIN 13 y consistía en llevar varios grupos a un mismo lugar con objetivos diferentes, desde científicos, fotógrafo,  kayakistas, exploradores, etc. Fuimos invitados a formar parte del equipo de montaña y junto con Inés Dussaillant y Camilo Rada conformamos el team.

Cuéntanos en qué consiste este proyecto y qué esperan alcanzar

Camilo: Personalmente es una excusa para canalizar nuestra pasión por la Patagonia y apilar el conocimiento de la zona, lanzándonos en un proceso fascinante que implica empaparse a concho con la historia de la zona y ponerse en contacto con los muchos exploradores que comparten nuestra motivación. El producto final es un mapa que condensa todas las exploraciones en sectores de interés de la Patagonia Occidental y Tierra del Fuego, lo que esperamos ponga fin a muchos años de confusión geográfica.

¿Cómo te involucraste en este proyecto?

Inés: Desde un principio estuve en contacto con Camilo y Nati que son mis amigos desde hace tiempo, por lo que fui parte del proyecto desde que este era solo una idea en sus cabezas. Justo este año yo ya había terminado mis estudios de Agronomía y contaba con el tiempo en agosto para ser parte de la expedición que estaban planeando con su proyecto Uncharted. Me la jugué por participar, como fuera, al final la cumbre es la culminación de todo un proceso previo de esfuerzo, estudio y de mucho compañerismo. Yo quería ser parte de eso aunque no me llevara el triunfo final. Solo la posibilidad de estar en ese lugar maravilloso y soñado, de poder ver esas montañas escondidas que rara vez se dejan ver y en las que pesan tantas historias de aventuras y exploración, ya era suficiente para arriesgarme a ir de todos modos.

¿Qué sigue en este proyecto de investigación?

Camilo: Uf, la lista es larga, la pregunta es: ¿en qué orden? Isla Santa Inés nos llama mucho la atención, Gran Campo Nevado, o tal vez algo más en Cordillera de Darwin. La península Muñoz Gamero y la Isla Riesco también ofrecen terreno extraordinario para la exploración y la escalada. Campo de Hielo Sur y Campo de Hielo Norte también esperamos que en el futuro sean cubiertos por el trabajo de UNCHARTED.

Los dejamos con un video de la expedición para que se motiven a realizar estas aventuras.