Ciencia al servicio del montañismo
Cada vez más personas en Chile y en el mundo realizan montañismo. Es común ver fotos de filas interminables, como si fuera la caja de un supermercado, de gente tratando de llegar a la cumbre de montañas como el Everest. Oxígeno, barras energéticas; el montañismo tiene muchas costumbres de alimentación y preparación, sin embargo sigue siendo un tema muy poco investigado a nivel mundial.
Cuatro personas en Chile, relacionadas con la ciencia y los deportes de montaña emprendieron un proyecto para investigar el comportamiento del cuerpo en este deporte y en especial para indagar sobre cuál es la mejor forma de nutrición en condiciones tan extremas como estar a más de 5.000 msnm, donde el cuerpo no funciona de manera normal. EFNA (Estudios de Fisiología y Nutrición Aplicada) es el nombre del grupo, que ha tenido que luchar para conseguir los recursos necesarios que implica una empresa de este tipo.
“Nuestro equipo está compuesto de 4 profesionales ligados a la actividad física y la salud: el profesor de educación física y montañista Roberto González Moreno, el Dr. PhD en Metabolismo Humano de la Universidad de Cambridge Erick Díaz Bustos destacado científico Chileno y nuestro último colaborador, experto en fotografía de Montaña, Jorge Loyola González, quien estará a cargo de toda la recopilación de material audiovisual”, señala Jorge Torres Mejías, nutricionista con especialidad en Ciencias del Deporte. Juntos forman el grupo de investigación.
Revista Escalando habló con Jorge Torres para que nos comentara de qué se trata su proyecto y su realización.
En términos generales ¿en qué consiste su proyecto?.
Como montañistas y científicos nos nace la necesidad continua de investigar y mejorar, a través del nuevo conocimiento, esta sociedad en la que estamos inmersos, por lo que aprovechamos estas dos instancias y plasmamos la idea en nuestro proyecto de trabajo. Busca principalmente mejorar el rendimiento del ser humano en condiciones de altura geográfica, con todos los factores anexos que esto implica: temperatura, hipoxia, lejanía, hinospitalidad, agotamiento físico, etc. Para ello, a través de un trabajo de índole cuasi-experimental, realizaremos diferentes mediciones fisiológicas a todo aquel montañista que acepte colaborar con nuestra expedición. Se llevará a cabo durante la temporada alta de escalada del Monte Aconcagua 2014 en el campo base Plaza de Mulas. Realizaremos algunas pruebas como volumen de oxígeno máximo (VO2máx), composición corporal, ingesta de nutrientes promedio durante los días de ataque a la cumbre, etc. Con lo cual comenzaremos a conocer más nuestro comportamiento en la altura, datos que la bibliografía expone pero principalmente en estudios hechos en montañistas himalayistas, los que consideran otros factores. Queremos comenzar el lineamiento del estudio de la fisiología del ejercicio en la altura de índole deportivo en nuestro país.
¿Cómo esperan que este proyecto ayude a la comunidad escaladora?
Como el montañismo, por ser una disciplina deportiva que no forma parte de una educación formal, ha sido muy descuidado científicamente. Apenas en la década del 90 existen registros de estudios de esta clase en el Himalaya, precisamente en el Everest, lo que dice que hay mucho que conocer y por descubrir dentro del deporte. Directamente nuestro trabajo, desde hace un tiempo, ya comenzó a beneficiar a escaladores, montañistas y principiantes de esta actividad que nos conocen y nos realizan consultas de cómo mejorar su propio rendimiento deportivo y estado de salud. Nuestro equipo se encuentra compuesto por cuatro profesionales que mediante esta investigación, detallaremos con una mayor cantidad de herramientas verídicas, para lograr mejorar la toma de decisiones en diferentes ámbitos: lo mejor para llevar en tu expedición, cómo disminuir el agotamiento en tu travesía, cómo aminorar el mal de altura en futuros desafíos, etc. Junto con lo anterior, siendo todo nuestro equipo montañistas y profesionales ligados a mejorar la calidad de vida, diariamente estamos ayudando a todos los individuos precisamente a mejorar su diario vivir. Gracias al conocimiento científico de la fisiología del ejercicio, es que los que ya practican este deporte, han mejorado notablemente su condición física por medio de la ciencia, realizando actividades que aprovechamos de medir y prescribir en ellos mismos.
¿Cómo un montañista puede mejorar su rendimiento a través de la alimentación?
El entrenamiento es vital en toda actividad deportiva y depende en gran medida de la ingesta de nutrientes: del tipo de alimento que se ingiere, la hora del día en que se ingiera, y obviamente, la calidad de lo que se ingiera, más aún cuando la práctica del deporte se realiza continuamente. La utilización de nutrientes en el montañismo produce una gran demanda energética diaria por parte de la musculatura esquelética. Si a esto agregamos el hecho de que esta actividad no es como un partido de fútbol que dura dos horas y luego no se vuelve a realizar en 6 días, sino que las actividades de montaña requieren varios días, incluso meses de continua actividad diaria, lo que implica una rápida recuperación de las reservas de glucógeno muscular para retrasar la fatiga. Esto se logra netamente con una adecuada ingesta de glucosa, la que está presente en los alimentos. Conociendo la forma de cómo recuperar la musculatura rápidamente, el factor rendimiento físico no se verá deteriorado, siendo este el principal componente que determina en los montañistas el no lograr cumplir la cumbre y el regreso a casa.
¿Cómo un montañista debe prepararse físicamente para mejorar su rendimiento en altura?
Primero que nada debe conocer sus límites físicos, si es que los hubiese, alguna patología metabólica presente, física, etc. Para trabajar bajo esa premisa y aminorar los efectos adversos de esta patología, posterior a ello, una preparación en base a un entrenamiento de características tanto aeróbicas como anaeróbicas y de flexibilidad, dotarán al practicante un mayor número de herramientas que lo llevarán a lograr sus objetivos.
Antiguamente se creía que solo trotando se mejoraba la calidad del montañista, hoy estamos seguros que los ejercicios con carga, en sus diferentes dimensiones de trabajos, mejoran aún más nuestra calidad muscular, la que en definitiva mantendrá nuestro cuerpo en correcto funcionamiento al momento de ascender. Ahora bien, el músculo, es una poderosa maquinaria interconectada, la que necesita de combustible para funcionar, por lo cual necesariamente debemos volver a los alimentos.
¿Cuáles son las mayores dificultades de tratar estos temas?
Una de las mayores dificultades es el financiamiento. Si ya realizar este deporte y mucho más una expedición es de alto costo, imagínense realizar una expedición y llevar maquinaria avalada en 30 millones de pesos chilenos para un cerro, cargar todo el equipo necesario para montar un laboratorio fisiológico a 4.600 msnm, junto con el tiempo necesario para realizar la toma de muestras, los análisis y las inclemencias de la geografía, hacen que no cualquier científico esté dispuesto a gastar sus energías en un proyecto como este.
En las regiones ya desarrolladas (USA y UK) existe financiamiento establecido e instituciones que solo generan este tipo de trabajos, la mayor parte de ellos en expediciones realizadas en el Everest, pero aún existe un universo de conocimiento que no ha sido tratado, sobre todo en nuestro país.
¿Qué resultados han conseguido hasta el momento?
En trabajos anteriores hemos pesquisado fenómenos como el hecho de que el montañista chileno es poco imaginativo para comer, por ejemplo: es de conocimiento general que a 5.000 msnm ya no tienes ganas de ingerir alimentos, pero pocos son los que conocen las virtudes de contar con huevos deshidratados para mezclarlos con atún y fácilmente cocinar una tortilla, la que por sus características proteicas ayuda a que las reservas de proteínas no se vean tan desfavorecidas por los días de esfuerzo y por la hipoxia. Junto con esto notamos que a mayor altura el montañista prefiere consumir alimentos con mayor contenido graso que azucarado, esto es corroborado por los litros de oxígeno utilizado por el cuerpo denominado “cuociente respiratorio”.
¿Cómo se están llevando a cabo sus investigaciones?
Principalmente a través de estudios asociados con diferentes universidades, ya que, a través de ellas, es posible conseguir la mayoría de los materiales necesarios para realizar esta labor científica, entregando finalmente una publicación que la Universidad agradece.
Otro camino, son la postulación de proyectos científicos de diferente índole, proceso largo y costoso en cuanto a tiempo, puesto que no siempre se llega a buen puerto y el trabajo se debe posponer por falta de financiamiento, como este del Aconcagua 2013-2014, que ya lo pospusimos el año pasado por este motivo.
¿Tienen la ayuda de alguna institución para realizar estos estudios?
Actualmente contamos con el amparo de la Universidad Católica del Maule, quien nos apoya con lo que son los aparatos científicos para realizar el muestreo. Junto con esto, algunas empresas privadas nos auspician, LIPPI, Expenews, Aymara Expeditions, Latitud 34° y TRX Chile; junto con ellos nos patrocinan: FEACH, Latitud 34° y el Colegio de Nutricionistas. Pero aún estamos escasos de recursos, puesto que necesitamos cubrir el costo de los sacos de dormir, las carpas de alta montaña, un domo que será el laboratorio de fisiología, la alimentación y el sueldo de dos de los integrantes de la expedición que trabajan de forma independiente, en síntesis nos queda más o menos un 20% del total necesario de financiamiento para realizar esta importantísima expedición para el mundo, tanto científico como del montañismo.
¿Cómo se puede extrapolar todo esto del montañismo a las personas que no realizan este deporte?
La literatura de la fisiología del deporte, explica de manifiesto que las células eucarióticas (del tipo que poseemos los seres humanos) tienen varios mecanismos adaptativos cuando se ven asechadas por condiciones poco propicias para la vida, siendo una de ellas la metabolización de energía. Comenzando desde este enunciado, entendemos que una exposición a la hipoxia provoca un cambio metabólico importante en el individuo que experimenta este fenómeno, lo que nos propone una serie de hipótesis dignas de ser estudiadas en próximos trabajos para mejorar la condición de salud de los individuos ajenos al montañismo. Ahora bien, una correcta preparación de un montañista, pre-expedición, provoca un excelente método de mejora en la composición corporal para un individuo de características sedentarias por ejemplo.
Consideremos a todo ese grupo humano que trabaja en las montañas por periodos de tiempo acotados: mineros, estaciones de observatorios, cuidadores de parques nacionales, personal de socorro en hoteles de montaña, fuerzas armadas, etc. Todos necesitan terapias tanto físicas como nutricionales para mejorar su estadía en la altura, además de un sinnúmero de problemas que padecen en su vida diaria.
Otra extrapolación que todos conocemos: si todo Chile comenzara a utilizar sus más de 4000 km de montañas para usos deportivos, las tasas de sedentarismo, de patologías físicas asociadas, síndromes depresivos se verían disminuidas drásticamente. Estamos seguros que mejorando la calidad de los deportistas del montañismo y provocando un efecto dominó en el reconocimiento de estos en la sociedad externa a este deporte, lograremos una mejoría notable en nuestra sociedad Chilena.
¿Cuál es el próximo objetivo concreto que tienen?
Primero, lograr la toma de muestras y finalizar este trabajo. Posterior a ello, continuar con el mismo lineamiento de investigación, lo que nos abre un abanico de temas de estudio en base al deporte, actividad física, prevención de enfermedades, montañismo, fisiología del ejercicio en la altura y mejora del rendimiento deportivo de los montañistas. Creemos que es sumamente necesario abordar esta disciplina deportiva desde una perspectiva científica.
Puedes obtener más información sobre esta investigación en: http://www.efna.cl/