Ascensión del Cerro Torre en invierno
Stephan Siegrist, Dani Arnold, Thomas Huber y Matías Villavicencio, realizaron la segunda cumbre invernal de esta ruta, lo que sería la tercera en total para este cerro en esta estación.
Este grupo de superestrellas de la escalada alpina desafió las duras condiciones que presenta el frío patagónico, para conseguir esta cumbre en estilo alpino y con una escalada, que gracias a las condiciones climáticas, no sufrió de mayores contratiempos. La vía que escogieron fue Ragni Route (600m 90˚ M4), la cual ya había tenido un ascenso en invierno a manos de Thomas Ulrich, David Fasel, Greg Crouch y Stephan Siegrist (que ahora se repitió el plato), quienes en 1999 consiguieron esta ruta, pero se detuvieron ocho metros antes de la cumbre, ya que comenzó una peligrosa tormenta.
El Cerro Torre había tenido otro ascenso invernal hace ya 18 años. Ermanno Salvaterra, Paolo Caruso, Maurizio Giarolli y Andrea Sarchi, todos de Italia, llegaron a la cumbre a través de la ruta “Vía del compresor”, la cual ha tenido una historia controvertida por la puesta y retirada de clavos y bolts, hasta que David Lama consiguió realizarla totalmente en libre y con seguros removibles el año pasado.
El ascenso a la Ragni Route se planeó para que fuera los últimos días de julio, por lo cual estos escaladores salieron el 28 de ese mes desde Chalten hasta el campamento Niponnino. Al día siguiente continuaron su caminata hasta hacer un vivac abajo del Col de la Esperanza, donde pasaron la noche y se prepararon para atacar la gigantesca pared de roca, hielo y nieve en la madrugada. “Partimos completamente de noche, estaba todo negro, pero teníamos que ir. Solo después de El Elmo pudimos apagar las linternas frontales. Estábamos en un paisaje de cuento de hadas, con formaciones increíbles de hielo. ¡La ruta era un sueño!”, comentó Siegrist a planetmountain.
Como es habitual para estos escaladores, con increíbles ascensos en todo el mundo, el progreso fue muy eficiente, logrando la cumbre en el día. En la tarde llegaron al hongo que había detenido la escalada de Siegrist en 1999, pero ahora se encontraron con condiciones totalmente distintas. “La última vez lo hicimos sin los últimos diez metros del hongo de hielo de la cumbre por las condiciones extremas.En el momento eso no tuvo ninguna importancia para nosotros. Fue diferente este año: ¡no había viento en la cima! Escalamos fácilmente los últimos diez metros hasta llegar al punto más alto. ¡Otra experiencia inolvidable en Patagonia!”, señaló Siegrist.
A las 17:30 comenzaron un largo descenso que incluyó un vivac entre medio.Thomas Huber, entrevistado por Desnivel.com dijo que estaba esperando un momento especial para escalar el torre y que hacerlo en invierno fue muy diferente a escalar en Patagonia en verano. “No hay nadie… es como sentirse en Patagonia hace 20 año y por supuesto hay más nieve, los días son más cortos y normalmente no se dan las mejores condiciones de escalada. ¡pero tuvimos suerte!”
Esperamos que más escaladores les sigan sus pasos y se atrevan a probar estas paredes patagónicas en invierno.
Fuente: planetmountain y desnivel
Fotos: www.visualimpact.ch